Crecen los contagios, se acaban las camas UCI y la segunda ola es mayor que la primera

Publicado el at 10:18 am
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Roberto Silva Bijit

Tenemos que reconocer que estamos en una nueva crisis que nos cuesta mucho manejar, porque son equilibrios que no tenemos, por ejemplo, no salir a la calle y sobrevivir económicamente, tener al personal de salud agotado y sin camas UCI, sufrir una pandemia sobre otra pandemia, querer que los niños vuelvan a clases y sentir que aumentan los contagios, aumentar la vacunación y que falten dosis, necesitar el comercio y saber que deben cerrar sus puertas, no poder asistir a los hospitales por otras enfermedades porque hay temor a contagiarse, etcétera.

Los médicos están analizando la realidad y tratan de buscar soluciones. El subdirector médico del Hospital Van Buren, doctor Mauricio Cancino ha dicho que “en junio del 2020 el hospital tuvo la ocupación más alta de camas, pero ya superamos ese momento: llevamos más de dos semanas bordeando la ocupación de un 100%. Estamos mucho más exigidos que en la primera ola”. Y explica: “Es una condición crítica que no queden camas, y no solo nosotros, también el resto de los centros de alta complejidad de la red de salud Valparaíso-San Antonio, los del Servicios de Salud Viña del Mar-Quillota y en las clínicas privadas”.

Estamos cerca del fantasma de la última cama, que generará aún más incertidumbre de la que ya existe, pero era lógico, que si aumentan los contagiados, disminuyen las camas críticas disponibles.

La nueva y mayor cuarentena en la región, anunciada ayer, era lo que estaba pidiendo el presidente del Colegio Médico de la región, Ignacio de la Torre, que ha insistido en que el problema lo genera la gran movilidad que se aprecia en toda la zona. “Esta es una situación epidemiológica grave”, “la situación está descontrolada”, son sus palabras para pedir la cuarentena que finalmente llegó.

Tenemos que estar preparados para enfrentar las próximas tres semanas, que serán muy complejas, para lo cual quedarse en casa es la solución porque evita mayores contagios. Tan simple y a veces tan complicado como quedarse en casa. Las personas que tienen trabajos indispensables deben asistir, pero los demás no deben seguir movilizándose en nuestras calles.

Las estadísticas de trazabilidad demuestran que la mayor parte de los contagiados provienen de reuniones sociales, entre gente que se conoce y confía, sin saber qué contactos pudo haber tenido cada una de las personas que están compartiendo. Sacarse la mascarilla y perder la distancia social es algo frecuente en este tipo de reuniones y la razón de mayores contagios. Hay que evitar, por ahora, las reuniones sociales entre familias y amigos, para descartar que sigamos aumentando el número de contagiados.

No se ve claridad en el horizonte, pero las buenas noticias son que el aumento de las personas vacunadas y las cuarentenas, podrían ponerle freno a esta segunda ola. Los expertos creen que en dos semanas más el panorama irá cambiando, declinando. Pero las medidas sanitarias habrá que seguir cumpliéndolas por todo el resto del año.

Hay algunos que asumen que a fines de junio tendremos bastante más controlada la situación y que podremos tener un respiro en nuestras actividades. Pero por ahora, no hay que aflojar.

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