Infames le robaron pensión y Bono Invierno a adulto mayor de 74 años en La Calera

Publicado el at 4:40 pm
3363 0

Su llanto en plena calle despertó la solidaridad en toda la zona. Es un popular vendedor de ajos, luche y cochayuyos

LA CALERA.- Luis Agustín Henríquez Saavedra tiene 74 años. Vive solo al final de la calle Conscripto Correa -al final de Diego Lillo- en la Población Entrepuentes. Es una presencia conocida en el centro de la ciudad. A veces vende ajos, luche o cochayuyo, aunque antes había trabajado en Algas Marinas.

Amante de la radio y admirador de “Luchito” Campos, su mirada del mundo pasa más por sus oídos. Unos gruesos lentes ópticos le ayudan a ver a sus ojos agotados, mientras un bastón lo ayuda a desplazarse. Un accidente en el Estadio y una caída en moto le arruinaron las caderas.

Casi siempre lleva una gorra blanquiazul con visera donde resaltan, en sus costados y en su frente, sendas banderas chilenas. También tiene otra, con el rojo de Unión La Calera y con la insignia que ahora se han birlado. Por ahora, su apariencia ha cambiado en algunas cosas, ya que usa una mascarilla para cumplir con las obligaciones de la pandemia.

AMARGA JORNADA

El miércoles fue un día de pena para Luis. Rompió en llanto en plena calle y su pena hizo llorar a otros más. Esa mañana le habían robado su pensión y el bono que los adultos mayos reciben para el invierno. Unos 300 mil pesos. Es su comida del mes, sus remedios y el marco de sus anteojos. Sin ellos sólo ve movimientos vagos.

“Había ido a Quillota -cuenta Luis Henríquez- a una óptica para cambiar el marco de mis lentes. Aproveché de cobrar mi pensión y el Bono Invierno. Los guardé en mi chaqueta, en el bolsillo del corazón porque allí tiene un cierre. En el bus, un tipo se me acercó y me dijo si había visto rodar una moneda de 500 pesos”.

Él, amablemente, respondió que no, pero que podían revisar juntos en su asiento. Se acercó otro hombre en la supuesta búsqueda. Ese fue, quizás, el momento en que desapareció su billetera. El hombre, junto a otro más, se bajaron en la Parada 14 de la Avenida 21 de Mayo en La Cruz.

Él siguió en el bus hasta La Calera. Ante de bajarse se palpó el bolsillo del corazón y no sintió nada. Incluso el cierre estaba abierto. Después de revisar por todos lados, no encontró nada. Desolado se bajó en Carrera y Aldunate y entró en un llanto que llamó la atención de muchos.

Contó lo que pudo de su historia y que había perdido todo. La gente trató de consolarlo. Llegó Carabineros y tomó la denuncia. Un rato después llegó una nieta que lo llevó a su casa.

Desde el instante que Luis Henríquez Saavedra contó su historia, la solidaridad se hizo presente. Un grupo en Facebook llamado “Tiende un mano en La Calera” le creó una Cuenta Rut. Quienes deseen colaborar con él pueden hacerlo a nombre de Luis Henríquez, RUT 5.824.200-4.

 

Comentarios