Proyecto busca ser un refugio para el desarrollo y la esperanza de sus participantes
Con la emoción contenida y una historia de compromiso que ya suma varios años, Iván Stambuk, presidente de la Fundación “Marianela Meneses”, encabezó la inauguración de un nuevo espacio inclusivo en la comuna de Olmué, un proyecto que nace desde la necesidad de brindar continuidad en el desarrollo de personas con discapacidad luego de egresar del sistema educativo.
La idea germinó en el corazón de Stambuk mientras colaboraba estrechamente con la Escuela Helen Keller, una institución clave en la educación de jóvenes con discapacidad. Cada fin de año, la mezcla de alegría por el egreso de los alumnos se teñía de preocupación: “Estos chicos, al salir de la escuela (a los 26 años), simplemente volvían a sus casas, sin ningún espacio donde continuar creciendo ni desarrollarse. Sus madres, además, debían asumir un cuidado permanente y solitario”, relató con emoción.
Fue así como decidió tomar cartas en el asunto. Junto a diez amigos formó un directorio y, con apoyo del alcalde de Olmué, Jorge Jil, buscó un lugar donde instalar el anhelado centro. Encontró una antigua escuela en desuso que tiempo atrás fue conocida como Centro Educativo Cultural de la Infancia (C.E.CI.) Las Cruces, y tras una inversión significativa y un arduo trabajo de más de un año y medio -que incluyó renovar techos, pisos, instalaciones eléctricas y más-, logró transformar el recinto en un espacio digno y funcional.
De esta forma, la fundación abrió sus puertas oficialmente la semana pasada y ya cuenta con 26 inscritos, casi al límite de su capacidad inicial de 30 personas. El nuevo centro no solo ofrece un espacio físico. También busca cambiar paradigmas y aportar con una mirada más humana e integral. Gracias a un convenio con la Oficina de la Discapacidad de la Municipalidad, la fundación ejecuta talleres enfocados en el desarrollo personal, emocional, artístico y social de sus beneficiarios. Además, proyecta la construcción de una cancha para actividades deportivas y recreativas, cuya finalización se estima para noviembre o diciembre de este año.
La ceremonia de inauguración reunió a autoridades, familias y agrupaciones locales, entre ellas la organización “Incluyo Olmué”, liderada por Clarisa Soto. La dirigente recordó los inicios del proyecto: “Todo comenzó con un grupo de madres buscando apoyo para la salud mental. En solo dos años logramos concretar este espacio gracias al trabajo conjunto entre el municipio y el sector privado. Este centro será un lugar donde más de 100 familias podrán encontrar contención, acompañamiento y esperanza”.
Soto destacó además la importancia de pensar en las cuidadoras: “No existe una red sólida que las apoye. Por eso tendremos talleres paralelos para ellas y para los niños, desde bordado hasta salud mental, mientras sus hijos participan en actividades artísticas o en el primer grupo folclórico inclusivo que queremos crear en Olmué”.
Durante la jornada, también se hizo un llamado a otras comunas y autoridades a replicar el modelo. “Esto es inclusión real. Aquí las familias con personas en situación de discapacidad tienen por fin un lugar donde sentirse acompañadas y escuchadas”, enfatizó el alcalde Jorge Jil.
Con este nuevo centro, la Fundación “Marianela Meneses” no solo habilita un edificio, sino que instala una visión: la de una comunidad más justa, empática y comprometida con quienes más lo necesitan. En palabras de su presidente: “Hoy las puertas están abiertas de par en par para estos jóvenes y sus familias. Esto recién comienza”.