Más de 100 mil plantas nativas se producen con modernas técnicas gracias a convenio entre ISA Interchile e INIA-La Cruz

Publicado el at 07/04/2022
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Se están cultivando 19 especies, para desarrollar un gran programa de reforestación en tres regiones, además de generar investigación y un inédito plan de educación ambiental

LA CRUZ.- Expertos plantean que una de las mejores maneras de potenciar el crecimiento de un país es a través de la asociación público-privada, dando énfasis a las fortalezas de ambos sectores y poniendo lo mejor de cada área a disposición de los proyectos. Un ejemplo de ello es el trabajo que se desarrolla entre ISA Interchile y las direcciones regionales La Cruz e Intihuasi en Vicuña, Región de Coquimbo, del   Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en la tarea de ejecutar un plan de reforestación de flora nativa, además de investigación, conservación y educación.

Por ello, más de 100 mil plantas autóctonas de 34 especies distintas están siendo preparadas para su integración al ecosistema de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, en una tarea compleja que se ha fijado a cinco años, pero que proyecta tener continuidad a diez y que significará más de 70 mil individuos reforestados en nuestra región. Entre las especies destacan el litre, el algarrobo, el guayacán, el huingán, el colliguay, entre otras.

Las modernas instalaciones del proyecto en la Región de Valparaíso se encuentran al interior de lNIA- La Cruz. Fueron inauguradas el jueves 7 de octubre, momento en que cada uno de quienes participa de la iniciativa comentó a “El Observador” los alcances de este trabajo a largo plazo.

En estos invernaderos están desarrollándose las más de 70 mil plantas nativas que serán reforestadas en nuestra región. Entre las especies destacan el litre, el algarrobo, el guayacán, el huingán, el colliguay, entre otras.

VIVEROS Y LABORATORIO

Con una serie de viveros y un laboratorio con todo el equipamiento necesario, un grupo de profesionales de INIA e Interchile interactúan para perfeccionar técnicas de recolección y propagación vegetal, para que haya un resultado exitoso en el proceso de germinación y crecimiento. Todo ello, con el objetivo puesto en las plantas estén preparadas para una inserción exitosa y sana en sus ambientes naturales.

Aunque este convenio se dio originalmente en el marco del cumplimiento de un compromiso establecido en la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto Cardones-Polpaico, la compañía ha decidido ir más allá con las acciones, para mejorar las condiciones de este acuerdo. Así lo explica la jefa de Estrategia de ISA Interchile, Ana María Correa, al precisar que “no nos quedamos solamente con el cumplimiento de la obligatoriedad en temas ambientales, sino que fuimos más allá. Por ejemplo, con el laboratorio, que no estaba incluido en la reforestación, pero aun así lo quisimos hacer, porque nos interesa ir más allá”.

El laboratorio instalado en el INIA La Cruz permite analizar e identificar las semillas que tienen
“mejor calidad”, para así trabajarlas de manera in vitro, con la finalidad de crear réplicas con el
mismo material genético.

“Estamos pensando en el cuidado del planeta, en el bienestar, en cómo nosotros, como empresa, podemos aportar para eso y estas instancias nos ayudan en esa búsqueda. Es un pequeño aporte a la conservación  del ecosistema. Nosotros tenemos en nuestra estrategia tenemos cuatro pilares, que, si se juntan, se forma la palabra VIDA: Verde, Innovación, Desarrollo y Articulación. Y en esta alianza están presentes y materializándose estos cuatro conceptos, porque aquí estamos generando vida. Entonces, para nosotros es esencial este tipo de instancias. Nos tiene muy contentos estar con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias”, sostiene Ana María Correa.

La seremi de Energía de la Región de Valparaíso, Fernanda Pinochet Olave, quien participó de la inauguración, comenta que “aunque hoy el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental tiene todo un proceso en que se imponen ciertos compromisos a los titulares de proyecto, las empresas pueden avanzar y hacer un trabajo mucho mayor en pos de la comunidad. Eso yo creo que se está viendo hoy día con empresas realmente comprometidas que quieren hacer un buen trabajo.  No lo hacen solamente por cumplir e ISA Interchile ha realizado un trabajo educativo importante, también de difusión de mucho contenido, tanto en el ámbito de la energía como de la sustentabilidad”.

La experta Ana María Sandoval explica el trabajo que se hace en las primeras etapas, a Ana María Correa, jefa de Estrategia de ISA Interchile; y Fernanda Pinochet, seremi de Energía.

ROL DE INIA

Uno de los actores principales en esta iniciativa es el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, que con sus sedes regionales de La Cruz, en la Provincia de Quillota; e Intihuasi, en Vicuña, ha dispuesto de sus equipos y experiencias para actuar como red en las tres regiones donde tienen influencia. Por medio del trabajo colaborativo, han logrado buenos resultados en todas las etapas ejecutadas.

La integrante del equipo del Banco de Semillas del INIA Intihuasi, Ana María Sandoval, comenta que una de las características de este proyecto es que permite compartir visiones y técnicas entre los institutos y con el equipo ambiental de Interchile.

“La manera en que estamos interactuando es porque, de alguna manera, la experiencia que nosotros hemos ganado en estos años de trabajar con flora nativa es la que estamos compartiendo con INIA La Cruz, que tiene una historia de trabajar en cultivos, pero que –en este momento- a través de este proyecto, se ha dado la oportunidad de incorporar la flora nativa en la producción”, dice la profesional.

El director del INIA-La Cruz, Patricio Fuenzalida, ahonda en la importancia de instancias como en esta en la formación de las nuevas generaciones, destacando que por medio de este plan “hemos hecho posible conocer la flora nativa”.

Patricio Fuenzalida, director del INIA-La Cruz.

“Cuando comenzamos a trabajar con Interchile, les preguntamos por qué no aprovechamos que, además de conocer más las características de la flora nativa, también trabajáramos por transferir ese conocimiento. Por esto, el proyecto tiene un área muy importante de transferencia hacia los colegios, porque serán nuestros jóvenes los que a futuro conozcan de los atributos de nuestra flora nativa para mejorar la producción frutícola”, indica.

Esta visión es compartida por el director de Sostenibilidad de ISA Interchile, Mauricio Rebolledo, quien destaca que “es fundamental que las nuevas generaciones conozcan más de sus ecosistemas, aprendan a identificar las especies, empiecen a valorarlas en su rol ecosistémico y a cuidarlas”.

“Creo que hay un compromiso de todos por protegerlas.  Lo que estamos haciendo con este convenio con el INIA-La Cruz es hacer una apuesta fuerte por la educación ambiental. Aquí van a venir colegios a hacer visitas, recorrer, identificar especies, a enamorarse de su entorno y creo que, con eso, nosotros como empresa estamos cumpliendo con nuestro compromiso de dejar un legado positivo para las futuras generaciones”, agrega.

Victoria Muena, encargada del proyecto de convenio de INIA con Interchile en la propagación de plantas nativas para la generación del vivero comunitario; Juan Pablo Rubilar, especialista ambiental de Interchile y encargado de las medidas de compensación y la biodiversidad de la compañía; Mauricio Rebolledo, director de Sostenibilidad de ISA Interchile; Ana María Correa, jefa de Estrategia de ISA Interchile; Fernanda Pinochet, seremi de Energía; y Rodrigo Bravo, encargado de Relaciones Territoriales de ISA Interchile.

EN EL VIVERO: ¿COMO SE CONSERVAN ESTAS ESPECIES NATIVAS?

Armar viveros y producir plantas podría pensarse como una tarea relativamente sencilla. Pero la conservación de especies vegetales nativas requiere de mucho rigor científico, para simular en un vivero los procesos que tendría la especie, desde la semilla a la planta, si estuviera en condiciones naturales. Cada semilla tiene sus propias necesidades para una germinación exitosa, por lo que el equipo interdisciplinario de INIA y el área ambiental de Interchile han debido complementar sus trabajos para lograr los métodos más similares a los del ecosistema real.

Así lo explica el especialista ambiental de Interchile, Juan Pablo Rubilar, quien también está a cargo de las medidas de compensación y la biodiversidad de la compañía. Según relata, uno de los principales aportes de este proyecto, es que se trataba con especies nativas que no poseen valor comercial, por lo que no se producen en masa y no se conoce mucho sobre su reproducción.

Son especies complejas, difíciles, que tienen un rol ecosistémico único y súper relevante en la naturaleza. Entonces, las tengo que mandar a hacer, aunque suene extraño. Tengo que generar convenios, tengo que generar investigación, tengo que aprender cómo reproducirlas, como colectar las semillas, cómo simular efectos que son muy característicos. Por ejemplo, la semilla del litre en la naturaleza es comida por el zorro y él permite su diseminación y que se reproduzca. Cuando yo la trato en un vivero, tengo que manejar la semilla con un poco de ácido, para simular el tracto digestivo del animal, para que pueda reproducirla”, dijo el experto.

 

EL LABORATORIO: LA PIEZA CLAVE

Una de las instalaciones que permite mirar el proyecto con perspectivas de largo plazo, es el laboratorio, que permite la identificación y clasificación de las semillas, sin necesidad de encargar esos análisis a empresas externas. Todo, según los parámetros fijados como óptimos para la germinación y diseminación.

El director de Sostenibilidad de la compañía, Mauricio Rebolledo, explica que “la idea es dejar capacidades instaladas. Eso es lo que hicimos con INIA aquí en La Cruz, al aportar un laboratorio científico del que no disponía este instituto, que va a prestar servicios durante un período bastante más largo que la vigencia del convenio y aportar a la educación ambiental”.

La encargada del proyecto del convenio de INIA-La Cruz con Interchile en la propagación de plantas nativas, para la generación del vivero comunitario, Victoria Muena, describe las funciones que llevan a cabo en el laboratorio. “En estas instalaciones tenemos principalmente dos funciones: la primera es evaluar la calidad del material que ingresa al laboratorio de las colectas que  nosotros  programamos. Entonces, con eso nosotros podemos evaluar la calidad del material y proyectar cuántos individuos podemos propagar con ese material. También analizamos la viabilidad y la condición del material que se ingresa”, detalla.

Y añade: “En segunda instancia, hacemos lo relacionado con la propagación in vitro del material, pensando principalmente en especies que tienen difícil forma de propagación por semilla, tarda mucho tiempo o el material es escaso, desuniforme en lo que se refiere a la propagación de las especies nativas. Entonces, la propagación in vitro es una alternativa, pensando que cuando propagamos de forma in vitro, obtenemos individuos clonales. Eso quiere decir que son uno igual al otro, con el mismo material genético”.

La experta entrega su proyección del trabajo presente, explicando que la idea no es solamente generar conocimiento nuevo para las especies con las que estamos trabajando, “sino también abrir todo un ámbito de las especies nativas que necesitamos resguardar como material de germoplasma, de un patrimonio de nuestra flora nacional”.

 

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