Era donante: familia del baleado en la plaza de Quillota entregó sus órganos para salvar vidas

Publicado el at 29/11/2018
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Gonzalo Oyarzun Sepúlveda falleció cinco días después de recibir dos disparos en su cabeza de manos de una mujer, que aún no ha sido detenida

QUILLOTA.-  Cerca de las 14:30 horas del sábado, cinco días después de que recibiera dos disparos en la cabeza en pleno día en la Plaza de Quillota, Gonzalo Oyarzun Sepúlveda falleció en el Hospital San Martín. La historia de sus vida no terminó con su muerte, pues en vida había manifestado ser donante de órganos.

Como esta condición se encontraba dentro de sus documentos, personal del hospital se puso en contacto con la familia, activándose el protocolo de procuramiento con el equipo del Hospital Gustavo Fricke, que se encargó de retirar los órganos para donar.

“Se logró mantener en buenas condiciones al paciente, conservando de buena manera los órganos; los familiares en un acto de generosidad aceptaron que se pudieran donar y se activó el procuramiento de los distintos órganos. En este caso fue un procuramiento multi-órgano, algo que es poco frecuente y eso beneficia a muchos pacientes más. Se donó el corazón, el hígado y los dos riñones”, explicó el doctor Roberto Contreras, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital San Martín.

Luego del ataque, ocurrido el pasado 20 de noviembre, Gonzalo Oyarzún, fue estabilizado tras sufrir ahí mismo un paro cardíaco y fue trasladado con  fractura de cráneo y de mandíbula, daño medular y compromiso de tres vértebras hasta el Hospital San Martín, donde falleció el pasado sábado.

Tras este procedimiento de extracción de sus órganos, el cuerpo de Gonzalo Oyarzún Sepúlveda fue entregado el domingo 25 a su familia y este lunes se llevó a cabo un responso evangélico, en la sede de la Población “Rafael Ariztía”, desde donde su cuerpo fue llevado hasta el Cementerio del cerro Mayaca.

Cabe mencionar que paralelo a esto continúa la investigación. Personal de la Policía de Investigaciones busca intensamente a la mujer y al hombre que llegaron el pasado 20 de noviembre hasta la Plaza de Armas a cometer el homicidio. Incluso, se conoció que ambos están identificados pero no han podido ser ubicados.

 

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