Está difícil…

Publicado el at 12:16 am
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Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”

Está difícil decidir por quién votar en la elección presidencial del próximo domingo 16 de noviembre.

Está difícil porque mucha gente no quiere votar por una candidata comunista. Incluso gente del socialismo no quiere votar por una candidata comunista. Además, una candidata que no convence y se muestra ambigua, indecisa y confusa cuando se refiere a la Cuba comunista: “Democracia distinta” primero, después reconoce “había vulneración de los derechos humanos”, y finalmente, “claramente no es una democracia”.

Está difícil porque se dice que es una elección presidencial a 8 bandas, sin embargo, hay solo cuatro candidatos, los demás están pintando monos o esperando el pago por sus votos. El gobierno acaba de aceptar, a 15 días de la elección, que en vez ser $ 1.026 por voto a cada candidato, el valor se aumente en un 50%, llegando el voto a pagar a $ 1.579, lo que se traducirá en verdaderas fortunas para algunos.

Está difícil porque se trata de una elección de tres candidatos de derecha contra una candidata de izquierda, teniendo los tres de derecha sobre el 50% y la candidata de izquierda cerca de un 30%.

Está difícil porque esta elección en segunda vuelta la deciden los candidatos de derecha, sin que la candidata de la izquierda tenga nada que hacer, ¿o alguien piensa que los que votaron por Kast, Matthei o Kaiser votarán por una candidata comunista?

Está difícil porque los candidatos de derecha fueron incapaces de controlar sus egos y no fueron unidos. Con el crecimiento que ha tenido Kaiser por su postura más dura podría pasar o igualar a Matthei, pero no le dará para pasar a Kast. Matthei ha sido ambigua al no pronunciarse por el apoyo a Kast en segunda vuelta (algo lógico) y tampoco lo ha hecho bien con muchas declaraciones destempladas o con una canción rapera en la que ataca a Kast, cuando faltan 9 días para la elección, o sea, nueve días para que tengan que ponerse de acuerdo entre ellos para enfrentar a Jara.

Está difícil porque esta es la primera elección presidencial con voto obligatorio, lo que empujará a ir a las urnas a cerca de cuatro millones de “nuevos” electores, los cuales en su mayoría repudian la política y a los políticos. Ellos podrían ser la única sorpresa.

Está difícil porque en las primarias de la izquierda donde resultó electa Jara votó el 9% del padrón electoral y ahora en esta “primaria de derecha” votará cerca del 90% del padrón electoral.

Está difícil porque el candidato de derecha que gane tendrá dificultades para reconocer el triunfo del otro(a) la noche del domingo, porque tendrá problemas para trabajar en conjunto para la segunda vuelta y tendrá complicaciones para conformar un gobierno.

Está difícil porque la derecha no llevó una sola lista de unidad para las elecciones de diputados y senadores, lo que se transformará en una pesadilla para cualquiera de ellos que gane el sillón presidencial, ya que no lo dejarán gobernar.

Está difícil, pero siempre hay que atreverse a hacer un pronóstico: el primer resultado es que pasan a segunda vuelta Kast y Jara, gana Kast en segunda vuelta y será Presidente de Chile. El segundo resultado, más improbable, es que gana Matthei en segunda vuelta y será Presidenta de Chile. No hay que ser muy brujo para sacar esas cuentas, más bien hay que haber leído encuestas y conversado con mucha gente. En segunda vuelta Jara es imposible por la polarización de Chile, el mal gobierno de Boric y porque la izquierda -estando en el gobierno- no respondió a los urgentes requerimientos de seguridad de la población.

Está difícil que los resultados sean muy distintos.

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