Gracias a un convenio con la municipalidad de Petorca, las y los estudiantes desarrollan sus prácticas clínicas en las localidades de Chincolco y Hierro Viejo.
MIRADA UNIVERSITARIA.- Conectar con las comunidades, educar en materia de salud y bienestar, y fortalecer el rol social de la profesión, son parte de los objetivos y del aprendizaje obtenido por las y los estudiantes de la carrera de Obstetricia de la Universidad Viña del Mar. Ellos están desarrollando su internado en los centros de salud de la comuna de Petorca.
El convenio sostenido entre la carrera de Obstetricia de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Viña del Mar y el municipio, permite que los futuros profesionales puedan desarrollar sus prácticas clínicas en las localidades de Chincolco y Hierro Viejo, lugares donde además de consolidar y poner en práctica sus conocimientos, aportan a la salud de la comunidad en materias tan relevantes como la educación sexual y reproductiva, siempre desde un enfoque integral, respetuoso y humanizado.
Michelle Salazar Lobos, jefa de la carrera de Obstetricia UVM, sostiene que esta alianza con el municipio de Petorca permite que las y los estudiantes, durante un periodo de 6 semanas, vivan una experiencia que no sólo contribuye a su formación académica, sino que también fortalece el rol biopsicosocial como futuros profesionales de la salud. “En zonas rurales, las y los internos asumen un rol activo en la atención, fortalecen el vínculo con la comunidad y desarrollan sus habilidades comunicativas, siempre desde un enfoque integral, humanizado, centrado en la persona. Además, realizan un tremendo aporte a la gestión en salud desde la matronería, según las necesidades de las personas”, indicó Salazar.
María Angélica Vásquez Osses, decana de la Facultad de Ciencias de la Vida de la UVM, señala que la creación de la unidad de los campos clínicos ha permitido la reactivación y la generación de nuevos convenios que favorecen el desarrollo integral de los futuros profesionales, muchos de los cuales, y debido a estas experiencias, optan por trabajar en el sistema público una vez titulados.
“Como Facultad de Ciencias de la Vida, valoramos profundamente que nuestras y nuestros estudiantes puedan integrarse activamente en los territorios, fortaleciendo no sólo su formación académica, sino también su compromiso social, interviniendo y aportando con mayor acceso a la salud en comunidades donde más se necesitan profesionales especializados. Estas experiencias en comunas como Petorca reflejan el sello de nuestra universidad: formar profesionales conscientes, empáticos y comprometidos con el bienestar de las personas y comunidades. La creación y activación de nuevos campos clínicos nos permite seguir avanzando en una educación con sentido, conectada con las reales necesidades del país y del sistema público de salud”, enfatizó.