Delincuentes sustrajeron objetos sagrados para los feligreses.
SAN FELIPE.– Un profundo impacto causó en la comunidad religiosa y vecinal el robo ocurrido al interior de la Parroquia Andacollo, donde un grupo de desconocidos sustrajo valiosas figuras y objetos litúrgicos con alto valor espiritual. El hecho, que actualmente está siendo investigado por Carabineros, ha sido calificado por los feligreses no solo como un acto delictual, sino como una grave profanación a la fe católica.
La situación fue alertada por testigos, quienes al acudir al templo notaron que la puerta principal se encontraba visiblemente dañada. A partir de su denuncia, personal de Carabineros concurrió al lugar y constató que sujetos ingresaron al recinto religioso tras forzar el acceso y sustrajeron elementos considerados sagrados, entre ellos copones de bronce, el sagrario donde se guarda el Santísimo Sacramento, la corona de la virgen y alcancías con las ofrendas de los fieles.
Según informó el mayor Gonzalo Medina, “el relato de testigos permitió verificar que la puerta estaba trizada, lo que motivó una inspección del recinto. Se trata de un robo de especies con un valor aproximado de 4 millones de pesos, pero con un daño simbólico que va mucho más allá de lo económico”. La policía uniformada se encuentra realizando diversas diligencias para dar con los responsables del delito y recuperar los artículos sustraídos.
Para Andrés Figari, dirigente de la organización católica local, este hecho no solo afecta el patrimonio de la parroquia, sino que hiere profundamente la espiritualidad de toda la comunidad. “Este es un verdadero sacrilegio. No solo se trata de un robo, sino de una profunda falta de respeto a lo más sagrado que tenemos como comunidad de fe. Se llevaron objetos que utilizamos en la liturgia, que son símbolos de nuestra relación con Dios. La indignación es enorme”.
Una de las principales preocupaciones de la comunidad es la falta de medidas de seguridad del recinto. La parroquia no cuenta con cámaras de vigilancia ni alarmas, lo que habría facilitado la acción de los delincuentes. “Esto nos deja en una situación muy vulnerable. No solo por el robo en sí, sino porque tememos que se repita si no se toman medidas. No se llevaron cosas de alto valor comercial, sino artículos de bronce que, para nosotros, tienen un valor espiritual incalculable”, agregó Figari.
