El coordinador de la Oficina de Inclusión de la Municipalidad de Quillota detalló los diferentes tipos de malas utilizaciones, que lamentablemente siguen siendo frecuentes.
QUILLOTA.- Si bien se han llevado a cabo varias campañas de concientización y se ha reforzado la fiscalización municipal, el mal uso de los estacionamientos reservados para personas en situación de discapacidad sigue siendo un problema frecuente en Quillota.
De hecho, foto denuncias enviadas a “El Observador” dan cuenta de una preocupante falta de empatía y respeto por parte de conductores que, sin credencial ni necesidad real, ocupan espacios destinados a quienes enfrentan dificultades de movilidad.
En la edición impresa del viernes 25 de julio se exhibieron imágenes de autos mal estacionados en el supermercado Líder, a fin de desincentivar su mal uso. Sin embargo, la situación se repitió semanas después, esta vez en el Jumbo de Quillota, según denuncias recibidas a nuestro medio.
Consultado al respecto en el programa “Abriendo Sentidos” de Radio Quillota 101.5 FM, hace un par de semanas atrás, el alcalde Luis Mella Gajardo señaló que desde el municipio están comprometidos con ordenar la ciudad y hacer cumplir la normativa.
“Tenemos ocho móviles en terreno. Si alguien ve un vehículo mal estacionado en un espacio reservado, puede llamar al 1528 y llegará un móvil a cursar la infracción”, aseguró el jefe comunal, destacando que el procedimiento incluye tomar una fotografía del hecho y contactar a Seguridad Pública.
“Estamos tratando de ordenar la ciudad. El mensaje es claro: aquí no se puede hacer cualquier cosa”, advirtió Mella, quien instó a la comunidad a denunciar cada vez que se vea vulnerado un espacio reservado.
Pero pese a los esfuerzos, la reiteración de estos casos deja en evidencia que aún queda un largo camino por recorrer en materia de educación vial, respeto por los derechos de las personas con discapacidad y, sobre todo, conciencia social.
Un problema latente
Cristopher Guerrero Sáez, coordinador de la Oficina de Inclusión de la Municipalidad de Quillota, ha sido testigo del mal uso de los estacionamientos reservados para personas con discapacidad.
Desde su cargo, reconoció que se trata de una situación compleja, donde incluso personas con credencial incurren en malas prácticas. “Esto se desmarca muchas veces del control de las organizaciones”, reconoció.
“Hay gente que deja sus vehículos estacionados todo el día, impidiendo que otros usuarios con credencial puedan ejercer su derecho. Y en otras ocasiones, la credencial no corresponde a quien está abordando el vehículo, porque se la prestaron. Eso también es un mal uso”, aseguró.
Actualmente, existen más de 3.000 personas en Quillota con credencial de discapacidad, lo que genera una alta demanda por los cerca de 20 espacios habilitados en las zonas concesionadas en el centro de la ciudad.
En esas áreas se permite estacionar gratis por una hora a quienes exhiban su credencial de forma visible, pero desde la segunda hora el cobro es igual para todos. “Esto se estableció para garantizar la rotación y evitar que un solo usuario acapare el espacio durante todo el día”, explicó.
A su vez, Guerrero aclaró que las denuncias se reciben con frecuencia tanto en zonas concesionadas como no concesionadas, además de los estacionamientos de supermercados y centros comerciales, donde también aplica la normativa.

Por otro lado, mencionó: “Lamentablemente hay personas que todavía creen que basta con poner una Cruz de Malta en el parabrisas, pero eso no tiene validez. Lo único que sirve es la credencial oficial entregada por la Compin, la cual debe estar visible”.
A pesar de los esfuerzos por educar -charlas en colegios, campañas en redes sociales y trabajo en terreno- el problema persiste. “Yo mismo he tenido que llamar al 1528 desde fuera de la Dideco, porque todos los días veo situaciones de mal uso”, relató el profesional.
Cabe consignar que “El Observador” solicitó información a la Dirección de Seguridad Pública respecto a la cantidad de multas cursadas en el último tiempo, sin recibir respuesta al cierre de esta edición.
Ahora, es posible establecer que, en la mayoría de los casos, se ha optado por orientar a quien comete la falta por sobre cursar una infracción, siendo estos llamados uno de los cinco más reiterados al 1528.
¿Qué dice la ley?
Estacionarse en un lugar reservado para personas con discapacidad sin portar la credencial oficial es una infracción grave. Según la Ley N° 18.290 de Tránsito, quienes incurran en esta falta arriesgan multas que van desde 1 a 1,5 UTM (aproximadamente $65.000 a $97.000). Además, se expone al retiro del vehículo con grúa y a la pérdida de puntos en su licencia de conducir.