Pese a jugar sólo un año con la camiseta amarilla, los siete goles anotados marcaron la presencia en Quillota y el atacante aún recuerda su paso por el club canario en el año 1960
REPORTAJES.- El 18 de noviembre de 1934, nació en Asunción, Paraguay, Máximo Rolón Villa, quien se convertiría en uno de los destacados delanteros del futbol provenientes de dicho país que aportó goles y experiencia en el futbol chileno.
En su carrera vistió las camisetas de Libertad de Paraguay, algunos clubes chilenos, entre ellos Everton y San Luis de Quillota; pero además tuvo un destacado paso en el norte del continente, donde vistió los colores del América de Colombia, club donde compartió con su destacado hermano, Porfirio Rolón.
SUS INICIOS
Máximo Rolón Villa, debutó en el fútbol profesional en el Club Libertad del Paraguay en 1954 y luego de tres temporadas consecutivas como goleador en la Primera División paraguaya, obtuvo un título con Libertad en 1956.
En este periodo, fue también parte de la selección de Paraguay, camiseta con la cual jugó en la Copa América 1955 en Santiago de Chile, donde anotó cinco goles con la selección; mientras que al año siguiente aportó con dos tantos a su selección, en el Campeonato Sudamericano de Selecciones Extraordinario 1956, desarrollado en Montevideo, Uruguay.
CHILE Y COLOMBIA
Tras ello, emigró a Chile para defender los colores del Everton, donde fue artillero e ídolo entre 1957 y 1959, dejando 44 goles en 78 partidos disputado; para posteriormente recalar en San Luis de Quillota.
En la temporada del año 1961 y por recomendación de su hermano llegó a Colombia para jugar en América, conjunto entonces dirigido por el destacado entrenador argentino Adolfo Pedernera.
El delantero dejó una huella importante en el club rojo colombiano, ya que en 1961 le marcó cinco goles al Deportivo Cali (el eterno rival del América) y en dos clásicos seguidos: en ellos el América triunfó por 3 a 1 y 5-0 respectivamente y el atacante marcó los tres goles rojos del primer encuentro y dos en el segundo.
En total anotó 11 goles en 19 partidos que fueron los que disputó en esa temporada en Colombia, ganándose un importante lugar en el corazón de los hinchas del Club América de Cali y tal como ya lo había hecho anteriormente su hermano Porfirio.

En 1962 regresó a Chile, para jugar con Santiago Wanderers y al año siguiente terminar su carrera con Valparaíso Ferroviarios de la Segunda División de Chile, equipo en el que ese mismo año terminó sus actividades deportivas, para después dedicarse a entrenar a jugadores juveniles.
LA HUELLA DE ROLÓN EN SAN LUIS
El también apodado en nuestro país “Cañonero de bolsillo” -por su baja estatura y peso- en su paso por Quillota también dejó un gran recuerdo; tal como lo manifiesta el historiador de San Luis de Quillota, Francisco Manzo, quien tuvo la posibilidad de conversar hace algunos días con el destacado delantero, cuando Rolón –ya de 90 años- estuvo de visita en Viña del Mar.
“Máximo Rolón jugó el Torneo Sudamericano de Chile y eso le permitió posteriormente ser contratado por Everton de Viña del Mar. Con el conjunto viñamarino jugó en tres temporadas, teniendo la posibilidad de compartir camarín con el quillotano Rómulo “Polito” Betta y luego el año 1960 lo contrató San Luis”, destacó Manzo.

Sobre su llegada al club canario el historiador sanluisino manifiesta, “fue a comienzos del año 1960 cuando siendo entrenador de San Luis, el gran ex futbolista René Quitral, logra que el delantero paraguayo aceptara el ofrecimiento y se integró al plantel de San Luis, que en esa temporada formaba parte de la Primera División del fútbol profesional chileno”.
El centro delantero guaraní era de baja estatura -pero poseía un gran rechazo y cabezazo- jugó toda esa temporada en club quillotano, logrando anotar siete goles.
“Pero sus anotaciones fueron muy importantes ya que en el Apertura le marcó a Trasandino de Los Andes y luego en la primera fecha de la competencia oficial de la Primera División, el equipo quillotano viajó hasta Talca para enfrentar a Rangers y donde los canarios vencieron por 6 a 1, con dos goles de Máximo Rolón”, recuera Francisco Manzo.
TERREMOTO DE VALDIVIA EN EL ESTADIO NACIONAL
Pero además el atacante paraguayo fue uno de los integrantes del plantel de San Luis, que estaba en el Estadio Nacional, cuando se produjo el terremoto de 1960 en la zona sur y que tuvo graves consecuencias en la ciudad de Valdivia.
“Me contó don Máximo que todavía recuerda ese episodio de su carrera deportiva, ya que estaba junto a sus compañeros en el túnel, cuando venían las replicas y fue una espera muy dramática, por que no se sabía que había sucedido en otras ciudades”.
Su paso goleador con la camiseta de San Luis, también quedó marcado cuando jugando por el club quillotano en el antiguo Estadio Municipal de Quillota, le marcó dos goles a Universidad Católica, que en esos años contaba con jugadores y planteles de gran nivel.

En total fueron siete goles que quedaron en el recuerdo de los hinchas sanluisinos, los que pese al paso de los años y quienes especialmente le vieron jugar, aún recuerdan a este delantero paraguayo.
Pero también el tri goleador del fútbol guaraní, tiene muy lindos recuerdos de su paso por la ciudad de Quillota, pese a permanecer solamente por una temporada.
La carrera del futbolista paraguayo finalizó en Chile jugando por el Club Valparaíso Ferroviarios, elenco que en esos años jugaba en la Segunda División, para luego el delantero dedicarse a traspasar sus experiencias a jóvenes futbolistas en Paraguay.
DE VISITA EN CHILE
Hoy el recordado Máximo Rolón vive en Ciudad del Este, de su país natal, donde es visitado por sus hijos que viven en Chile.
Pero hace algunas semanas, fue El futbolista quien decidió viajar a Viña del Mar, con la intención de visitar a parte de su familia que vive en la “Ciudad Jardín” y llegó junto a su hijo Felipe, su nuera y dos nietos adolescentes -que siguen sus pasos en el fútbol- , donde incluso estuvo presente en el duelo de Everton frente a Deportes Limache el pasado 18 de julio.

En nuestra región, el futbolista recordó sus grandes hazañas en una cancha de fútbol, mientras vistió la camiseta de Everton en el Estadio Sausalito, donde le rindieron un sentido homenaje; pero también la casaquilla amarilla el Estadio Municipal de Quillota, en su recordada presencia por una temporada, siendo parte del plantel de Club San Luis de Quillota.