Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
De los cuatro votos que nos entregarán en dos meses más, dos de ellos corresponden al gobierno regional y dos al gobierno comunal. Se trata de una elección muy importante, porque su resultado nos afecta directamente.
El alcalde toma muchas decisiones que son relevantes para cada familia de la ciudad. Los concejales lo acompañan en el gobierno de la comuna. Todos ellos decidirán muchas cuestiones que tienen que ver con nuestra seguridad, nuestra salud, nuestra educación, nuestra cultura, nuestro aseo, nuestra vida mejor. Por eso hay que ponerles mucho ojo a los candidatos y votar cuidadosamente por aquellas personas que creamos nos podrán hacer vivir en una ciudad con una mayor calidad de vida.
Pero todos sabemos el significado de los alcaldes y concejales de nuestros municipios, de lo que sabemos poco es de nuestros consejeros regionales y del Gobernador.
Partamos del comienzo. Siempre nos quejamos (y con razón) que vivimos en un país super centralista. El mayor logro en doscientos años de nuestra historia para enfrentar al centralismo lo alcanzó el Presidente Patricio Aylwin, que al final de su gobierno creó el Gobierno Regional (GORE) y por primera vez en dos siglos, una pequeña parte del presupuesto de la nación, que siempre fue administrado en su totalidad desde Santiago, se repartió en muy pequeñas torrejitas en cada una de las regiones.
Desde 1994, comenzó la primera renovación en la manera de mirar las provincias y regiones de Chile. Un grupo de personas de la región administraba desde la región, un fondo que había llegado desde Santiago. Chile tuvo un gran cambio. Y no exagero. Un grandioso cambio. Podría dar muchos ejemplos, pero lo mejor será recordar que antes no teníamos ningún camino rural pavimentado, que antes no había forma de obtener recursos para un buen proyecto municipal. El GORE cambió todo. Antes eran elegidos por votación indirecta (lo hacían los concejales) ahora son de elección directa.
Los candidatos a consejeros regionales se eligen por cuatro años para representar a una provincia. Cada uno gana poco más de un millón al mes. Cuando usted vota por ellos es porque cree que serán capaces de administrar bien el poco (pero mucho comparado con la nada de antes) dinero que nos “obsequia” el insaciable Santiago. Ellos estudian los proyectos que les envían los municipios o los recursos que se deben destinar a decisiones de todo tipo, como cámaras o vehículos de seguridad, camiones aljibe para repartir agua, acciones de salud, estudios de proyectos y un sinfín de oportunidades de inversión que ellos manejan para nuestro directo beneficio.
Los Gobernadores Regionales representan a toda la región y presiden el gobierno regional, compuesto por los consejeros de cada una de las provincias. Tienen mucho poder y manejan muchos millones.
Fue una larga batalla que el Gobernador se eligiera en forma directa, a través de una elección universal. Antes era un Intendente, designado por el gobierno, es decir, no representaba a los habitantes de la región sino a los intereses políticos del gobierno de turno.
Nuestro Chile de regiones cambiará en la misma medida que ellos puedan tener más resolución y más recursos para invertir. El GORE es por lejos la institución política que maneja más recursos en la región y la que más puede influir en una mejoría de la calidad de vida de la población.
Por eso hay que tomarle el peso a la elección del Gobernador y los consejeros regionales. Busque bien, intente conocer un poco más de cada uno de los candidatos de esta institución que tanto tiene que hacer por cada uno de nosotros.
Ellos son la verdadera esperanza que tenemos para disminuir las tremendas diferencias entre la capital y las provincias. Ellos son también, la única forma razonable de planificar nuestro futuro: desde la región y no desde los alejados ministerios santiaguinos.