Sacerdote de Los Andes es denunciado por relación íntima con feligresa y presunto abuso de conciencia

Publicado el at 11:16 am
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El párroco Gustavo Adolfo Morales fue acusado de mantener una relación con una mujer durante cuatro años

 

Una grave denuncia contra el sacerdote Gustavo Adolfo Morales, párroco de la iglesia Santa Rosa de Lima en Los Andes y encargado de la formación de diáconos en la región de Valparaíso, fue revelada este domingo por Reportajes T13. Una mujer, cuya identidad se mantiene en reserva, acusó haber mantenido una relación íntima y sexual con el religioso durante al menos cuatro años, marcada -según ella- por manipulación emocional, abuso de conciencia y poder.

Como parte de su testimonio, la denunciante presentó audios enviados por el sacerdote en los que se coordinaban encuentros sexuales, se intentaba evitar ser descubiertos y se hacían alusiones explícitas a su desempeño íntimo. “¿Dónde estás? ¿Salgamos más tarde? (…) Podríamos (ir al motel) como a las 14:30 si quieres, ahora igual echa la sábana o un chal por si acaso”, se escucha en uno de los registros.

En otro mensaje, el párroco le dice: “Tienes que reconocer que tú eres un 7 para la cama, nadie te hace el peso, eso te lo he dicho subrayado. Ahora, si se da la oportunidad, me voy a comer a otra… pero no se ha dado”.

La mujer también acusó que el sacerdote mantenía vínculos con otras feligresas. “Yo no era la única con la que él se había vinculado siendo sacerdote”, afirmó. En otra conversación, el cura le responde: “Eso es porque tú eres mía. No las otras gallas, porque tú para mí eres muy valiosa, te lo he dicho mil veces”.

Además del daño emocional, asegura haber sufrido manipulación económica, y que fue ella quien debió alejarse de la comunidad tras informar los hechos al obispado. “Detrás de esa alegría, de ese cariño, de esa supuesta preocupación, existía un hombre que necesitaba llenar solo su ego”, declaró.

Según consignó Reportajes T13, desde el Obispado de San Felipe confirmaron que existe un proceso disciplinario en curso, y que la continuidad del sacerdote dependerá del cumplimiento de ciertas condiciones. No obstante, el párroco continúa celebrando misas, formando acólitos y dictando charlas.

Consultado por su versión, Morales declaró: “Soy un pecador como todos los cristianos, no un delincuente”.

 

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