El 5 de diciembre de 2010 los rojos festejaron a estadio lleno. Un equipo recordado por los goles de Ariel Pereyra y las atajadas de Lucas Giovini
DEPORTE/REPORTAJE.- Los hinchas de Unión La Calera profesan un amor incondicional por el club de la ciudad. En esa relación y en ese sentimiento, hay fechas y momentos imborrables en el calendario histórico de esa pasión llamada Unión La Calera, y el 5 de diciembre está marcado con rojo.
Ayer viernes se cumplieron 15 años del día en que La Calera, todo el pueblo vivió una fiesta, esperada por un cuarto de siglo. 24 años de espera que se acabaron con dos goles anotados por un ídolo calerano.
El domingo 5 de diciembre de 2010, Unión La Calera logró su tercer ascenso a Primera División, en la última fecha de la Liguilla de Ascenso, y en un Estadio Municipal repletó hasta las banderas.
Para las nuevas generaciones de hinchas, este ascenso es especial, pues les dio la posibilidad a muchos niños, adolescentes y jóvenes fanáticos, de festejar un logro inédito y disfrutar de una sensación que no se repitió mucho a lo largo de la historia de Unión La Calera.
De una crisis a la gloria
Toda bonita historia comienza con una crisis, y este también fue el caso. Unión La Calera estuvo muy cerca de caer a Tercera División en 2009, pero zafó en la última fecha.
A partir de ese momento complejo, la S.A. que era dirigida por Tomás Serrano desde la cárcel, luego de ser declarado culpable por una fraude que alcanzó los 12 mil millones de pesos y que afectó a muchos de clientes en su corredora de bolsa, trabajó para no volver a sufrir.
Con un joven Sergio Jadue como presidente del club, en Unión La Calera quisieron hacer las cosas mucho mejor y conformaron un equipo que terminó dándole una alegría a la ciudad.
Se trajo a Emiliano Astorga –ex jugador en 1985- como director técnico y él apostó por jugadores de su confianza, más los que ya estaban en el club y otros que trajo la dirigencia. A su lado, en la preparación física llegó un joven Andrés Toro, que siete años después volvería a ascender con Unión La Calera.
Así se conformó un plantel con jugadores que hasta el día de hoy se recuerdan y que se convirtieron –muchos de ellos- en ídolos de Unión La Calera como Ariel “Fantasmita” Pereyra, Lucas Giovini, Mario Berríos, Hugo Bascunán, Gonzalo Barriga, Octavio Pozo, Rodrigo Celsi y Nicolás Suárez.
Héctor Pericás, Víctor Rivero –que luego escribiría otra linda historia, pero como DT-, Boris Aravena, el brasileño Claudio Silva Da Fonseca (Carioca), Rodrigo Pereira, Carlos Galdames, Diego Cuéllar, Alejandro Risso y los canteranos Joao Ortiz, Diego González y Francisco Bahamondes, entre otros.
Esa temporada fue larguísima. Tras una Fase Zonal, que obligó a jugar varias veces con el mismo rival, vino la Liguilla, la que tuvo 14 fechas.
Unión La Calera llegó a esa jornada final, aquel 5 de diciembre, teniendo la gran oportunidad de jugar en casa ante Lota Schwager y con la obligación de ganar para ascender a Primera.
De la mano del “Fantasmita” Pereyra
Días antes, cuando se pusieron a la venta las entradas, largas filas se vieron afuera de la antigua sede del club en calle Cochrane. En pocas horas, los boletos se agotaron y el día del partido decisivo, no cabía un alfiler en el antiguo Estadio Municipal.
El partido fue de infarto. Se notaba el nerviosismo y la tensión en la cancha y las tribunas. Más aún cuando antes de terminar la primera etapa José Huentelaf marcó para Lota.
El segundo tiempo fue igual de tenso. Unión La Calera intentaba, pero no podía. Hasta que apareció Ariel Pereyra, el goleador eterno de los caleranos, que empató el partido a los 70’ y luego, a los 74’ hizo explotar de júbilo el estadio con el segundo tanto de la victoria.
Lo que siguió fue una fiesta. El 2-1 final, devolvió a Unión La Calera a Primera División y las calles de llenaron de bocinazos y banderas rojas. En un escenario ubicado en J.J. Pérez, uno a uno llegaron los jugadores rojos, para volver a ser vitoreados por los hinchas que se volcaron a las calles.
Parecía Año Nuevo, pues los abrazos se repetían y multiplicaban. La fiesta duró durante horas. Unión La Calera era de Primera otra vez, y comenzaría una exitosa etapa en la Serie de Honor en los años que siguieron, después de esa histórica tarde de diciembre.
