VILLA ALEMANA.- Este domingo se realizó la competencia semifinal de Miss Mundo Chile 2025, certamen que fue transmitido en vivo por Chilevisión y que contó con diversas pruebas, show musical y la animación de Julio Cesar Rodríguez.
En esta etapa del certamen, de las veinticinco candidatas representantes de sus comunas, quedaron 20 clasificadas para la gran final de Miss Mundo Chile 2025 del próximo domingo 9 de noviembre, entre ellas, la representante de Villa Alemana, Ivette Vilches Solís, de 26 años y de profesión psicóloga.
La joven egresada del Windmill College, lleva consigo una historia que combina arte, resiliencia y propósito, pues muy pequeña debió viajar a vivir con su familia a España, donde aprendió idiomas y se aferró a la danza, como parte de una agrupación de danza rapanui, que le permitió representar al país por Europa. Retornó a los 10 años al país y durante al Enseñanza Media el cambio de escuela trajo profundas heridas, al ser víctima de bullying. tanto así que su cuerpo manifestó úlceras y pólipos estomacales.
“Estuve un año completo sufriendo acoso. No era capaz de mirarme al espejo. Me decían que tenía los ojos raros, que mi cara era rara, que me creía superior porque bailaba o sabía idiomas (tuvo que aprender catalán en España). Llegó un punto en que me odiaba”, confiesa.
Su madre intervino a tiempo. Ivette abandonó ese colegio, ingresó al Windmill College (del que está profundamente agradecida) y comenzó un proceso de terapia psicológica. “Estuve un año en tratamiento. Aprendí lo que era la terapia, lo que era sanar. Y fue ahí cuando me di cuenta de que quería dedicar mi vida a esto. Quería ser esa mujer que le extendiera la mano a otra cuando más lo necesitara”. Así nació su vocación por la psicología, carrera que estudió en la Universidad de Playa Ancha.
Con el tiempo, la niña que había sido herida se transformó en una mujer con propósito. “Yo siempre fui muy empática, pero lo que viví despertó en mí la necesidad de ayudar”, explica. Esa empatía se tradujo en acción: trabajó en proyectos sociales con mujeres migrantes en la comuna de Quilpué, impulsando espacios gratuitos de atención. “La salud mental en Chile es cara y muchas personas no pueden acceder a ella. Yo abrí talleres gratuitos porque hablar sana. Si estás bien por dentro, estás bien por fuera”, resume.
Reina de belleza
La belleza, para Ivette, es una consecuencia de ese bienestar. Y quizás por eso, cuando tenía 15 años, se atrevió a participar por primera vez en un certamen: Miss Villa Alemana. “Mi psicóloga le dijo a mi mamá: ‘Déjala participar, tiene que aprender a procesar lo que sienta, gane o pierda’”. Y ganó, pero ese triunfo no fue solo una corona, sino una reconciliación con su reflejo. Desde entonces, ha representado a distintas comunas y regiones, incluso alcanzando el título internacional de Miss Cultura Continental, que le permitió llevar la bandera chilena fuera del país.
Su vida parece estar guiada por la búsqueda de conexión: con la danza, con la salud mental y también con las lenguas. Aprendió catalán en la infancia, domina el inglés y actualmente estudia coreano, idioma que la llevó a viajar sola a Corea del Sur. “Vi un drama coreano y me enamoré del idioma. Quise aprenderlo, y como soy impaciente, tomé mis maletas y me fui sola. Fue una forma de descubrir de lo que era capaz”, cuenta entre risas.
Hoy, Ivette se prepara para representar a Villa Alemana en la final televisada de Miss Mundo Chile, el 9 de noviembre por Chilevisión. Y su objetivo va más allá del brillo y las luces: “No estoy en este concurso solo por vivir una experiencia. Estoy aquí porque tengo un propósito. Si gano, quiero ampliar mi trabajo social a nivel nacional. Cada cosa que hago, la hago con amor y compromiso”.
Ver esta publicación en Instagram