La menor de 10 años, quien se encuentra en coma inducido y con ventilación mecánica, sufrió múltiples lesiones profundas.
LOS ANDES. – Lo que comenzó como una salida familiar de fin de semana terminó transformándose en una verdadera pesadilla. Así lo relata María Fernanda Lagos, madre de Antonella, una niña andina de 10 años que permanece internada en riesgo vital en una clínica de Santiago, tras ser brutalmente atacada por dos perros de raza dogo argentino y mastín napolitano en Calera de Tango.
Todo se desencadenó el sábado 13 de diciembre, cuando madre e hija viajaron juntas a un mall de Santiago para realizar compras navideñas. Durante el trayecto, el abuelo materno de la menor la contactó para pedirle unos medicamentos.
Por lo que decidieron pasar por su casa, una parcela ubicada en Calera de Tango. “Nos tomamos un café y mi papá, junto a su pareja, me preguntan si la Anto se podía quedar. Yo al principio dije que no, porque es lejos y el viaje es largo”, recordó María Fernanda.
Sin embargo, tras la niña insistir, finalmente accedió. La madre explicó que confió en el entorno. Tras pasar la noche, Antonella volvió a pedir quedarse un día más. “Me dijo que lo estaba pasando muy bien. Le dije que ya, que el lunes iba temprano por ella”.
Pero ese lunes todo cambió. Mientras viajaba desde Los Andes para buscar a su hija, recibió tres llamadas de su padre. “No contesté las dos primeras porque pensé que era por las pastillas. A la tercera le contesto y me dice, súper calmado: ‘Vente a la casa que a la Anto la mordió un perro’”, recordó.
Sin dimensionar aún la gravedad, aceleró el auto. “Venía volando, con el riesgo de chocar y todo. Cuando llego, la Anto estaba moribunda”, relató. Lo único que me alcanzó a decir fue: ‘No te preocupes, mamita, y se desvanece’”.
Los animales involucrados eran un dogo argentino y un mastín napolitano.
El diagnóstico médico es estremecedor. “Tiene 130 mordeduras solo en los brazos, el cráneo abierto, heridas profundas en la axila, una infección y el tendón de la rodilla comprometido”, detalló la madre.
La menor ha sido sometida a tres cirugías, permanece con ventilación mecánica y en coma inducido.
“Es doloroso denunciar a mi propio papá, pero él me pidió que la dejara. Tenía la responsabilidad de cuidarla y no lo hizo”, afirmó. “Lo único que quiero es justicia para mi hija”, concluyó acongojada María Fernanda Lagos, madre de la niña.
El reporte con más detalles de los hechos, podrás leerlo en la edición papel de nuestro diario el próximo viernes 26 de diciembre.
