Tras realizarse unos exámenes de rutina se le diagnóstico un complejo cuadro que fue tratado en el Hospital de Quillota
QUILLOTA.- Caro Molina es, sin duda, una de las embajadoras más reconocidas de la ciudad de Quillota. Su nombre comenzó a tomar notoriedad cuando, durante el 2003, demostró su talento en el programa Rojo de TVN, donde se ganó el apelativo de “La Rancherita” debido a su amor por este estilo musical. Sin embargo, con el paso del tiempo fue creciendo artísticamente para incursionar en otros ritmos, logrando un despegue en su carrera que hoy la tiene triunfando en México.
A menudo viaja al país, por lo que sus visitas a la ciudad que la vio nacer son constantes. Y fue durante el verano cuando una de sus tías le instó a realizarse los exámenes ginecológicos de rutina, por lo que fue hasta el Hospital San Martín de Quillota siguiendo el consejo de su familia. Y de manera inesperada, aquellos estudios salieron negativos: habían signos de un posible cáncer.
“Esto ocurrió en pleno verano, cuando estaba en mi gira por el país. No tenía molestias pero la preocupación estaba en mi cabeza, por lo que me hice un examen en Santiago, con un médico particular, para tener una segunda opinión. En ese informe todo estaba en orden, por lo que decidí pedir una hora en el hospital de Quillota para realizarme una biopsia”, contó a “El Observador” Caro Molina.
Una vez que le entregaron los resultados se confirmó el primer diagnóstico: si bien no era cáncer, sus células estaban a punto de generar un caos mayor, por lo que se hacía necesaria la operación, la cual se llevó a cabo este lunes. “Tuve la suerte de que mi caso alcanzó a ser tomado, ya que por la contingencia no se harían más operaciones. Todo salió bien gracias a Dios y permanezco en cama, reposando”, mencionó “La Rancherita”.
Para ella, lo más importante es que, a partir de su caso, las mujeres puedan ser conscientes de la importancia de no dejar de practicarse los exámenes de rutina, a fin de evitar complicaciones. “Espero que esto, mi experiencia, sirva para que todas las personas no se dejen estar con sus chequeos médicos, antes que sea demasiado tarde. Esto me salvó la vida, ya que si se hubiese detectado tarde, el diagnóstico hubiese sido peor”, reflexionó la cantante quillotana.
Un punto importante que Caro Molina quiso dejar en claro es que, como su operación era de carácter urgente, fue posible que realizarla rápidamente. “No fue porque soy conocida o algo así. Para el sistema de salud pública figuro con mi nombre real. Y si bien hay harta inconformidad con el sistema público, en mi caso fue todo súper positivo”, acotó la oriunda de la Villa Padre Hurtado.
GANADORA DE “LA DIVINA COMIDA”
Y mientras guarda reposo en casa de unos amigos en Santiago, Caro Molina relató su experiencia en el último capítulo del programa “La Divina Comida”, el cual si bien se grabó en diciembre fue trasmitido esta semana. “Lo pasé súper bien y el grupo que me tocó fue bacán. Me llamaron cuando estaba en México pero no podía invitarlos a todos a mi casa. Entonces, me dijeron que avisara cuando estuviera en Chile”, relató “La Rancherita”.
Por lo mismo, un amigo le prestó su casa para recibir a sus invitados, a quienes encantó con recetas que rescataron los sabores de sus tierras. “Preparé un borgoña con chirimoyas quillotanas, una palta reina e incluso utilicé tomates limachinos. El postre fue unas manzanas borrachas, que mi mamá me enseñó. Fue genial ganar, nunca había ganado algo antes”, contó con alegría.
Una de las anécdotas que contó durante el programa fue que estaba pintada a la entrada de la municipalidad. Sin embargo, cuando la semana pasada anduvo en la comuna, se encontró con una sorpresa. “Me taparon. No sé por qué el alcalde me tapó. Le preguntaré si, por último, me puede regalar la parte de la pintura para tenerla de recuerdo”, concluyó la cantante, que espera recuperarse luego de su compleja experiencia de salud
