Familias de Catemu, Llay Llay y Panquehue aprenden sobre agricultura sustentable

Publicado el at 04/01/2019
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Usuarios, autoridades locales, representantes de las instituciones que colaboran y las talleristas en Escuela El Cobre-La Colonia de Catemu, durante el lanzamiento del ciclo 2018 del programa.

Doce años han pasado desde que Isabel Dueñas Maldonado llegó al sector de Las Chilcas-Enrique Meiggs, en la comuna de Llay Llay, junto a su esposo, Juan de Dios Leiva.
“Un primo de mi suegra necesitaba un administrador para un fundo y lo escogieron a él. Primero llegamos los dos y luego mis hijos, porque se quedaron estudiando en Santiago”, recuerda.

Cuenta que en la capital se dedicaba a las labores de la casa y que nunca había vivido en el campo, trabajado la tierra ni criado animales.

“Pero llegué y me fascinó el paisaje. No hay edificios, puedo ver los cerros desde la calle”, celebra.

En este nuevo espacio de vida, descubrió su gusto especial por las plantas.

“Como mi marido pertenece a Prodesal y venían a ver a los animales, los jóvenes que lo visitaban me ofrecieron participar en la Fiesta de la Primavera que hacen en el estadio. Luego me invitaron a un curso de tres meses sobre Gestión de Negocios, donde me adjudiqué un fondo con el que construí un invernadero”, relata.

 

: Isabel Dueñas Maldonado, usuaria del Programa de Fomento Agrícola y Huertos Familiares en el huerto de su casa en Las Chilcas, Enrique Meiggs, Llay Llay.
Isabel Dueñas Maldonado, usuaria del Programa de Fomento Agrícola y Huertos Familiares en el huerto de su casa en Las Chilcas, Enrique Meiggs, Llay Llay.

 

“Antes del invernadero tenía sólo plantas ornamentales. Pero comencé a cultivar tomates, pimentón, zanahorias y otras cosas. Eso fue hace cinco o seis años y, como soy entusiasta, me siguieron invitando y llegué al Programa de Fomento Agrícola y Huertos Familiares de Anglo American. Es muy bueno, porque con las platabandas que nos entregaron pude cosechar tomates, y aún tengo acelgas, pimentón, apio y perejil. Me sirve para el consumo familiar y sin pesticidas”, enfatiza.

Gracias a lo aprendido, en su huerto logró que convivieran los alimentos con plantas medicinales: menta, melisa, ruda, matico, paico, llantén y orégano.

“Es impagable poder sacar un tomate de la rama y luego comerlo”, dice contenta.

 

“… como soy entusiasta, me siguieron invitando y llegué al Programa de Fomento Agrícola y Huertos Familiares de Anglo American. Es muy bueno, porque con las platabandas que nos entregaron pude cosechar tomates…”

Algunas de las plantas que Isabel Dueñas cultiva son kalanchoe, dólar, aloe vera, suculentas, cactus y ají.
Algunas de las plantas que Isabel Dueñas cultiva son kalanchoe, dólar, aloe vera, suculentas, cactus y ají.

PROGRAMA HUERTOS FAMILIARES

En septiembre de 2018, se reinició un nuevo año de trabajo para la segunda generación del Programa de Fomento Agrícola y Huertos Familiares, que Fundición Chagres de Anglo American ejecuta en conjunto con las municipalidades de Catemu, Panquehue y Llay Llay, a través del Programa de Desarrollo Local (Prodesal)

Éste es uno de los planes emblemáticos de la empresa, pues ha generado enormes cambios en la forma en que decenas de pequeños agricultores trabajan para producir, considerando el no uso de pesticidas, la aplicación de riego tecnificado en sus cultivos y -lo más importante- la posibilidad de autoconsumo, lo que para estos pequeños agricultores ha venido a ser una muy buena práctica por los ahorros que genera en su economía familiar. Incluso hoy tienen la posibilidad de vender los excedentes.

Pamela Quinteros, asesora de Relaciones Comunitarias de Fundición Chagres de Anglo American, comenta que “éste es uno de nuestros programas más queridos, puesto que además de mejorar mucho sus prácticas de cultivo, ha significado una inyección de energía para ellos, porque varios son de la tercera edad, y esto les ha dado un quehacer que disfrutan y que además es productivo”.

Esto se traduce en que cada vez más personas quieren sumarse, lo que demuestra la importancia que le dan.

 

“Éste es uno de nuestros programas más queridos, puesto que además de mejorar mucho sus prácticas de cultivo, ha significado una inyección de energía”

Lily Foster, monitora de los taller y creadora de los huertos concretos en México.
Lily Foster, monitora de los taller y creadora de los huertos concretos en México.

 

El programa se ejecuta desde hace cinco años en alianza con Fundación La Semilla, a cargo de su director de Educación Ambiental, Rodrigo Guerra, quien entrega una de las claves del éxito del Programa: “Como hay personas que aún utilizan métodos antiguos, la idea de los talleres es que empiecen a trabajar agroecología con la permacultura”.

“Las personas de los años anteriores han mantenido los huertos en sus casas y cambiado su alimentación, porque incluimos alimentos que ellos no consideraban. Se ha apoyado la economía familiar, porque a través de estos pequeños huertos hay varias cosas que ellos ya no necesitan comprar. Además, tienen un sistema de lombricompostaje, donde depositan todos los desechos orgánicos para crear humus, el que aplican a toda la producción”, detalla el profesional.

 

Usuarios, autoridades locales, representantes de las instituciones que colaboran y las talleristas en Escuela El Cobre-La Colonia de Catemu, durante el lanzamiento del ciclo 2018 del programa.
Usuarios, autoridades locales, representantes de las instituciones que colaboran y las talleristas en Escuela El Cobre-La Colonia de Catemu, durante el lanzamiento del ciclo 2018 del programa.

 

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