La Calera: Ex futbolista Mario Caneo salvó la vida de niña que se asfixiaba con un trozo de pan

Publicado el at 10:22 am
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Le hizo maniobras de reanimación que le permitieron a una pequeña de unos tres años superar la asfixia 

LA CALERA.- Mario Caneo Orozco es una de las “estrellas” caleranas del fútbol profesional chileno. Jugó en Unión La Calera y Palestino, donde llegó a ser parte de un gran equipo que jugó la Copa Libertadores de América. Aparte de sus enormes dotes como defensa central y deportista de elite, tiene a su haber una serie de hechos dramáticos que lo han tenido como protagonista.

Entre ellas, el salvamento de una niña calerana que se ahogaba en la piscina del ex Club de Campo Melón.

“Recuerdo –dice Mario Caneo- que había ido con mis sobrinos de paseo y me doy cuenta de una niña que estaba con la cabeza inclinada bajo las aguas. Me lancé y logré salvarla. Me da gusto verla, cuando la encuentro por allí”.

Sin embargo, la hazaña también tuvo su lado triste, y que aún emociona a Mario Caneo Orozco, “pues hubo otra niña debajo del agua, enverdecida por las algas, que no vi y que aunque logré sacarla con vida, y la llevamos a una clínica, los doctores no pudieron salvar. Es una pena que aún tengo, pues pienso que podría haber hecho más”.

El recuerdo lo emociona y Mario caneo deja de hablar por algunos segundos. Incluso parece dudar en contar el nuevo hecho que lo tuvo de protagonista.

“El martes pasado, un poco después de las seis de la tarde, antes de ir al programa en Radio La Calera, pasé a ver un amigo que vende ropa importada. Lo hago siempre”, rememora.

Cuando Mario Caneo caminaba en dirección al local de su amigo -ubicado en calle Carrera, entre J.J. Pérez y Zenteno para la conversación diaria, vio a un hombre joven y desesperado que golpeaba en la espalda a una niñita, que aterrada, trataba de respirar.

Mario Caneo relata que “pensé que la pequeña, que tendría unos tres años, podía tener algo atragantado en su garganta o en otro lados de sus vías respiratorias y crucé al otro lado de la calle. El papá no sabía qué hacer y trataba de ponerla con su cabeza hacia el suelo. Entonces, se la quité de las manos, la arrodillé y crucé mis brazos por debajo de sus costillas. Con cuidado, pues la niña era muy chiquita y estaba amoratada. Entonces le apreté la parte de debajo de sus pulmones (el diafragma) y traté que botara lo que tenía en su garganta o más adentro”.

La técnica se llama “Maniobra de Heimlich”. Mario Caneo Orozco debió recurrir otras veces al sistema, que sabía por haber estado muchas veces a cargo de equipos de niños en su labor como técnico en infantiles o sólo por conocimiento de la vida.

“Como no resultaba, insistí otras dos veces con mi abrazo por atrás, hasta que en la segunda oportunidad la niña botó un enorme pedazo de pan y empezó a respirar”, describe.

El ex jugador internacional dice que sintió un alivio enorme cuando vio que salió el pedazo de pan y que la niña volvía a respirar con normalidad.

Alguien que llegó al lugar llamó una ambulancia, “pero yo no sé si llegó o no. Sólo recuerdo el alivio que sentí y los ojos de la niñita, llenos de lágrimas, que me miraban. No sé si el papá me agradeció haberlo ayudado, pero no importa, pues siento que sólo cumplí con lo que debía hacer”.

Mario Caneo agrega: “Lo hago público pues es un accidente muy común y la técnica para superarla es muy fácil. A veces, desconocer cómo realizar este tipo de acciones ha hecho que las personas pierdan la vida. Yo estoy contento con haber ayudado y con una fe enorme en Dios de que fui su instrumento para ayudar a salvar a una niñita, con unos ojos y un rostro muy hermoso, que difícilmente se irán de mi memoria”.

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