Lo dijeron en Radio La Calera Observador.
Óscar Salazar, encargado subrogante del Departamento de Áreas Protegidas de la Corporación Nacional Forestal (CONAF):
“Tenemos esta problemática en la zona respecto del robo de la semilla de palma chilena. En una pequeña síntesis de por qué es importante proteger a esta especie endémica, que quiere decir que sólo crece en Chile en la zona central y la problemática de que se ha extraído esta semilla de palma chilena, ya que no se permite una regeneración natural de la especie y por lo tanto, se pone en peligro la conservación de la misma“.
La palma chilena es una especie en peligro, ya que está perdiendo su hábitat y se estima que en los últimos 500 años, la cantidad de ejemplares de palma chilena disminuyó en un 98%.
En relación a la confusión que existe para muchas personas, que no distinguen entre las palmeras y la palma chilena, el profesional de Áreas Protegidas de Conaf aclaró: “La palma chilena es de muy lento crecimiento y para que desarrolle su estado adulto de reproducción, tienen que pasar muchísimos años, no es posible que en su estado juvenil se pueda reproducir. Tienen que pasar 50 o 60 años para que recién empiece a dar sus semillas”.
Algunos consejos para diferenciar una palma chilena de una palmera, es que la palma chilena tiene un tronco de textura lisa, es ancho y tiene una altura de aproximadamente 30 metros en estado adulto.
Otra característica de la palma chilena es que va botando de forma natural sus hojas secas, manteniendo todas sus hojas de color verde. Otras palmeras necesitan ser podadas por el ser humano para eliminar sus hojas secas.
Los tradicionales coquitos de palma chilena son su fruto característico y propio.
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