¿Por qué lo dejaron libre?

Publicado el at 12:48 pm
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Roberto Silva Bijit

Nadie podrá entender la decisión que tomaron los ministros de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que el año 2016 decidieron dejar en libertad condicional a 672 reos. Al día siguiente, ya se habían cometido una serie de robos y asaltos causados por estos presidiarios que estaban gozando de beneficios. Durante una semana en toda la región hubo un aumento de delitos. La medida fue discutida, pero el Poder Judicial porfió en que estaban haciendo lo legalmente correcto.

Le dieron libertad al 90% de los postulantes. ¿No será como mucho?

Entre los beneficiados se encontraba Hugo Bustamante, que en el 2005 había asesinado a su pareja, Verónica Vásquez y al hijo de ella, Eugenio Honorato, de solo 9 años. A los dos los metió adentro de un tambor y los enterró en el patio de la vivienda que arrendaba. Nunca demostró arrepentimiento, siempre repitió que tenía sangre fría y que no sentía nada después de haber causado esas muertes. Se atrevió a decir: “Me arrepiento de haber arruinado mi vida”.

Cuando su caso fue llevado a la Corte, para concederle la libertad condicional, Gendarmería entregó un informe contundente, que no merecía dudas. Solo bastaba con leerlo (¿lo habrán leído?). Textualmente recomendaba no otorgarle la libertad por tratarse de una persona que es un peligro público para la sociedad. Y usaba la siguiente frase: “Pronóstico incierto” para referirse al futuro del reo estando en libertad.

No fue incierto. Volvió a matar. No habría podido asesinar a nadie si no le hubieran dado la libertad. No hubiera asesinado a nadie si hubieran aceptado las recomendaciones del informe de Gendarmería.

La justicia, los jueces, le deben ahora una explicación al país. Hoy más que nunca deben explicar su decisión de dejar libre al autor de un doble asesinato, que fue condenado a 27 años de prisión y que quedó en libertad, gracias a los beneficios o a la torpeza, después de haber cumplido solamente 11 años de su condena, es decir, mucho menos de la mitad.

¿No se dieron cuenta que se trataba de un asesino peligroso? ¿Como jueces no lograron entender que se trataba de un hombre que había cometido un crimen horroroso y que nunca demostró arrepentimiento? ¿Sabrán los señores jueces lo que pasó después de la libertad de este hombre?

Los vecinos de la calle Covadonga en Villa Alemana estaban aterrorizados, tanto que hicieron un whatsapp para advertir los movimientos de Bustamante: “salió a las 10 de la mañana. Viene llegando. Va con una mochila. Viene solo. No se vino por la calle, ingresó a su casa por la quebrada”.

Si lo veían venir por la misma vereda, cruzaban al frente. Todos los vecinos de esa comunidad conocían a la “Vero” y Eugenito, sus víctimas anteriores, todos habían conversado o saludado a esas personas que aparecieron adentro del tambor con cal.

¿Se dan cuenta señores jueces de la angustia de toda esa gente, que vivía en el mismo barrio del doble asesino?
Y pasó lo que tenía que pasar. El asesino volvió a matar, volvió a descuartizar, volvió a enterrar, volvió a guardar silencio ante la policía.

Detenido ahora, está pensando que pasará unos años en la cárcel, hasta que otro perdonazo lo vuelva a dejar en libertad, en libertad para volver a matar.

Vamos al tema de fondo.

Esta es la lista de los jueces que dejaron en libertad al doble asesino:

Silvana Donoso Ocampo, Ministra Presidenta de la Comisión de Libertad Condicional de la Corte de Apelaciones de Valparaíso; Paula Ramos Vergara, Jueza del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valparaíso; Alonso Arancibia Rodríguez, Juez del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar; Loreto León Pinochet, Jueza del Juzgado de Garantía de Viña del Mar y Eduardo Saldivia Saa, Juez del Juzgado de Garantía de Valparaíso.

Ellos no debieran callar, así como firmaron la libertad, ahora deben dar una explicación. En democracia las instituciones funcionan y todos necesitamos saber la forma en que tomaron estas decisiones.

El país los espera.

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