La pandemia aceleró la digitalización de algunos procesos claves para las corredoras de propiedades, pero sin reemplazar del todo la tradicional visita presencial
Si a comienzos de 2020 los tours virtuales en 360 grados a través de plataformas como Matterport le dieron un vuelco a la experiencia de ver propiedades, cuando estalló la pandemia las redes sociales se apropiaron del negocio y se convirtieron en la mejor vitrina para “seducir” a compradores, inversionistas y arrendatarios, mientras el país sale del confinamiento y el mercado inmobiliario se reactiva.
Es así como a mediados de mayo del año pasado, poco después de que comenzaran los confinamientos y las visitas a las propiedades se redujeron al mínimo, se empezaron a ver mucho más seguido grabaciones de hasta 15 segundos, llamadas reels, en redes sociales o, incluso, recorridos por los inmuebles a través de videollamadas con los interesados, quienes en varios casos necesitaban cambiarse porque les habían pedido el piso o el dueño había vendido la propiedad, por ejemplo.
En el caso de la corredora de propiedades boutique de origen chileno y con alcance internacional, The Key Properties, que tienen tres cuentas de Instagram, una dedicada a Chile (key.properties), otra para EE.UU. (@Key.properties.usa) y una tercera para México (@key.properties.mx), además de un perfil en Facebook (@thekeyproperties), “los videos son más entretenidos y dinámicos, y la gente se puede hacer una idea mucho más real de estar ahí que al ver una foto súper editada o angulada, donde todo se aprecia más grande de lo que es”, indica Verónica Cortés Weiss, fundadora de la corredora de propiedades boutique.
Cortés Weiss dice que “cuando es una vivienda usada y se comprará para vivir, aunque la gente pueda verla por video, de todas formas querrá visitarla personalmente, porque el romanticismo que hay en lo tangible, es algo que va a imperar”.
En el caso de los inversionistas, estos analizan la rentabilidad de la propiedad y plusvalía, por lo que no es raro que The Key Properties tenga clientes con este perfil que manejan varias propiedades, quienes a veces ni siquiera conocen ciertos inmuebles.
Por otro lado, los millennials son clientes mucho más atrevidos y relacionados con lo digital, que no temen hacer reservas o compras de propiedades, las que tienen un valor preferente dependiendo de la etapa de construcción en la que se encuentren, de manera totalmente digital.
“Los inversionistas pueden tomar la decisión de comprar luego de ver un video, hacer reserva online y todo. Conozco muchos clientes que no conocen en persona las propiedades que tienen como inversión, porque no se hacen problema en comprar a través de visualizaciones 3D, etc.”, añade la fundadora de The Key Properties.
Otro proceso que se modernizó fue la firma de los contratos de arriendo o la promesa de compra, que ahora se puede hacer digitalmente a través de la clave única, un sistema altamente seguro. “Aún así, hay clientes que prefieren ir a la notaría, y para ellos tenemos un servicio preferencial, dada nuestra trayectoria como corredora. Los clientes no hacen fila, pasan directo a un salón y tienen estacionamiento disponible. Reciben atención VIP”, dice Cortés Weiss.
Si bien estas tecnologías llegaron para quedarse, gran parte de la gente que compra propiedades para habitar prefiere un trato directo, pudiendo palpar el lugar donde vivirá, lo que finalmente hace que el sueño de la casa propia tenga el peso que tiene a nivel social.
