“Él no me representa ni a mí ni a los otros padres. Lo hace por sí solo y para ganar estatus o fama”, dijo Jorge Valencia
QUILLOTA.- Los carteles se han convertido en una útil herramientas para quienes asisten a las marchas, ya que a través de ellos expresan sus inquietudes, dolores y deseos. En este contexto, el padre Felipe Lizama de la Parroquia de los Desamparados se lució con una valiente pancarta que fue aplaudida por todos.
En ella decía “Pido perdón por los abusos y los silencios de la iglesia”. En los últimos días, en medio de la explosión social, varias catedrales y parroquias en el país han sufrido los ataques de vándalos. En Quillota, afortunadamente, los templos solo han sido rayados. Por lo mismo, la valentía del padre Felipe fue felicitada por quienes estuvieron el martes en la Plaza de Armas.
En un trozo de cartulina, preparado unos minutos antes de salir a marchar, el sacerdote plasmó su mensaje y recorrió el centro de la ciudad. “A mí me motivo la gente de la parroquia, los chiquillos que han hecho sus “carteles de diosito” como les llamamos. La iglesia también está en la calle y es bueno que nosotros podamos dar un mensaje”, dijo el sacerdote.
Sobre el texto de la pancarta, el padre Felipe dijo que “como iglesia, siento que nos hace falta pedir perdón. Personalmente sí lo he hecho en la comunidad, pero represento a una institución que necesita pedir perdón, al país, a los bautizados. No hemos estado a la altura”.
CRÍTICAS DE PÁRROCO CRUCINO
Sin embargo, este gesto no fue tan bien recibido por otro sacerdote. Se trata del padre Jorge Valencia, de la Parroquia de la Santa Cruz, quien hizo una declaración en el contexto de una transmisión en vivo del comunicador de San Pedro, Miguel Anberó, mientras se desarrollaban las manifestaciones después del Te Deum de Aniversario de Quillota.
“Yo vi un sacerdote, hermano nuestro, que estaba con una estola, un cartelón y una escriba. Yo lo saludé y le dije que estaba en vano ahí, porque no tenemos que echarle más leña al fuego con lo que ha pasado con los sacerdotes y los abusos a los cuales se está castigando. Él no me representa ni a mí ni a los otros padres. Lo hace por sí solo y para ganar estatus o fama. Tenemos que acompañar a la gente pero no así. Quiero dejarlo bien en claro, este sacerdote no nos representa”, enfatizó el cura crucino.
BUENA ACOGIDA DE LA COMUNIDAD
Más allá de este incidente, su participación en la marcha y esta pancarta fue bastante bien recibida por la comunidad, pues según contó el sacerdote Felipe Lizama, muchas personas se acercaron a darle las gracias por este gesto. A su vez, destacó que los obispos de la Iglesia Católica hablaron ante este estallido social, pero piensa que aún están al debe con la comunidad.
“Somos varios los que hemos salido a la calle, y ahora era necesario hacerlo, más en un día donde vimos arder iglesia, bancas quemadas, imágenes destrozadas. Uno siente un poco de miedo, pero nuestra fortaleza es Dios”, reconoció el sacerdote.
Añadió que “nuestros obispos han hablado, pero aún hacen falta signos. Los comunicados de prensa de dos o tres planas la gente no los pesca, a veces un cartelito, estar en medio de la comunidad, con nuestros signos de cura, hacen bien a la gente”.
Con este llamativo cartel, el padre Felipe además repudió la violencia ocurrida durante los últimos días en la comuna, pues si bien destacó que existe mucha injusticia social y que como iglesia se han callado, es necesario expresarse sin violencia.
Por dicha razón, su cartel decía además “Jesús es amor y paz #nomásviolencia”, llamando a la comunidad a continuar manifestándose, siempre de manera pacífica.
