Delincuentes reparten papel con números telefónicos en locales comerciales para que se contacten con ellos y al llamar hacen amenazadoras propuestas
LA CALERA.– La voz del hombre es extranjera, clara y serena, casi amable. “Primeramente un cordial saludo, mamita. Aquí te estamos llamando por las buenas. No estamos pendientes de extorsionarte o de incomodarte ni nada. Simplemente queremos que nos aportes una colaboración. Queremos que hablemos bien la cosa a lo bien. Sólo queremos que nos colaboren. Nosotros sabemos quiénes son ustedes. Acuérdense de esto. Pero ustedes no saben quiénes somos nosotros. Esta es una organización nueva que estamos, ahorita, implantada en Calera. Así como te estamos llamando a ti, estamos llamando a otras personas. Sea putero, local de comercio, casa de citas. Todos tienen que colaborarnos”, se escucha en la grabación.
Otra voz surge en el registro, tratando de imitar a la anterior. Pero el uso de las “íes” al término de las palabras y el abuso de los gerundios dan señas de ser un chileno. “Ya sabí lo que queremos. Sólo una colaboración. Nosotros no estamos hueveando. No te estamos extorsionando. Sólo queremos una colaboración. Que te pongai’ en línea y hablamos. Si no, vamos a ir para allá de nuevo, sino querís que te prendamos fuego. Ya sabe con quién se está metiendo, así que póngase viva, nomá”, dice el segundo.
Las voces corresponden a una grabación que han recibido varios comerciantes de La Calera, después de la visita de un sujeto joven, vestido con una chaqueta gris, un pantalón negro y un gorro amarrillo. Las cámaras lo han captado cuando sale de algunos locales del comercio calerano, después de dejar en ellos un trozo de papel cuadriculado, con dos números de teléfono celular, escritos con lápiz pasta. Luego, el hombre se sube tranquilamente a un pequeño automóvil gris que lo está esperando.
“Nosotros -agregan- podemos protegerte. Si querís poner una denuncia ya sabís lo que te puede pasar y a tu familia. Sabemos las casas que tenís y los autos en que andan”. La voz extranjera vuelve y aclara: “disculpa que te estemos amenazando. Vamos a hablar como personas. Escucha bien lo que te voy a decir”. Piden algunos productos que se venden en un local comercial del centro y la voz asegura que “le vamos a brindar su seguridad, si usted quiere. Si no quiere, háblenos claro de una vez y nosotros sabremos qué haremos”.
Disculpas y amenazas
En un momento, ambos se disculpan por las amenazas y tratan de aclarar que no es una extorsión lo que están haciendo. Repiten la palabra colaboración y tratan de bajar el tono. Se disculpan hasta por las malas palabras, aunque levantan la voz ante la posibilidad de una denuncia. “No vaya a ir con la policía, mamita, porque lo sabremos. Lo nuestro debe quedar entre nosotros, para que todo vaya bien. Tendrás seguridad para ti, tu negocio y familia. Cualquier cosa que necesites, cuenta con nosotros. A Calera vinimos a eso. Así como la llamamos a usted, lo estamos haciendo con otras personas”.
Pese a las indagaciones realizadas por “El Observador”, no se pudo determinar si hay personas que estén sufriendo una extorsión concreta, más allá de recibir el mensaje. Sin embargo, algunos de los comerciantes caleranos que han sido “visitados” por el sujeto han hecho la denuncia de la situación a la justicia. Seguramente otros no lo han hecho, porque se sienten amedrentados por la situación o porque, en otros casos, son establecimientos ilegales.
(Imagen principal vía RRSS)
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