La Cruz: le exigieron $7 millones a cambio de “protección”

Publicado el at 10:15 pm
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juzgado calera

Comerciante denuncia que lo amenazaron de muerte y con quemar su negocio. Víctima cree que por rechazar el “servicio”, mutilaron a su perro 

LA CRUZ.– Una auténtica pesadilla está viviendo un empresario gastronómico avecindado en la comuna de La Cruz. Desde el 1 de octubre no duerme. Teme por  la seguridad de su familia y de su negocio, fruto de un esfuerzo de años.

El mal sueño de la vida real se inició la primera noche de este mes. Ese día, pasadas las 20 horas, llamaron al teléfono de su suegra, desde un número desconocido. Espantada, la mujer le pasó el aparato a él.

La voz al otro lado del auricular, le sonó completamente desconocida. Pero notó un acento extranjero: entre colombiano y venezolano, según cuenta. Lo que le dijo, aún resuena en su cabeza, con un eco lúgubre.

El sujeto, en tono amenazante, dijo ser miembro de “El Tren de Aragua”, una de las más temidas y brutales organizaciones criminales del continente. 

  “Me advirtió que ellos estaban ‘trabajando’ en la zona y que me estaban llamando para ofrecer protección contra otras bandas”, explicó la víctima.

Conocían sus rutinas

A medida que iba hablando, la voz del desconocido se tornaba cada vez más violenta: “Dijo que nuestras vidas, la mía y la de mi familia corrían peligro, que podían quemar mi negocio, y me recordó que hace meses habían robado mi local. Me preocupé, porque comenzó a dar datos de mi familia, de la gente que vive en mi casa, de la hora en la que salimos”.

Con el tono de un mafioso, le insistió en que lo llamaba para ofrecerle “protección”. Como hacen la “Cosa Nostra”, la “Camorra” u otras organizaciones criminales del extranjero. 

“Dijo que mi casa ya estaba ‘marcada’, que ellos podrían protegernos, pero que eso tenía un costo de siete millones de pesos”, contó el angustiado vecino.

Indignado, el comerciante le respondió con furia. De hecho, lo insultó y le cortó el teléfono. Pero esa espeluznante conversación lo dejó con un nudo en la garganta.

Tras el episodio, el hombre llamó a Seguridad Ciudadana y a Carabineros. Los inspectores y los policías acudieron para tomarle la denuncia.  Sin embargo, los uniformados le habrían aconsejado desestimar la amenaza.

  “Carabineros me dijo que llamaban haciendo este tipo de amenazas, pero que en el fondo era un ‘cuento del tío’, que no les prestara mayor atención, y la verdad uno no quiere quedar de leso, así que les hice caso”, recordó.

Mascota ensangrentada

A la vuelta de una semana, todo parecía haber quedado solo en una amarga experiencia. Pero no fue así. La noche del lunes, se desató una trama siniestra…

“Generalmente, mantenía suelta a una perra en el patio durante la noche, pero desde el llamado amenazante, los solté a todos, para mayor seguridad. Son perros jóvenes, pero meten bulla, me hacían sentir más seguro en la noche”, contó el empresario.

Cerca de las 22:30 horas de ese día escuchó un fuerte alarido en las afueras de su casa. “Salí y no había nada, pero uno de los perros, el macho, no estaba por ninguna parte, lo buscamos mucho, al día siguiente igual y no apareció”, dijo.

Era la antesala de un suceso espeluznante: al otro día, la noche del martes 11, también cerca de las 22:30 horas, volvieron a escuchar un ruido estremecedor. No cabía duda. Era un aullido. 

Al salir de su hogar, se encontraron con un cuadro espantoso. “El perro que había desaparecido la noche anterior venía corriendo y chorreando sangre para todos lados, alguien le había cortado la cola con un golpe seco, como de un machete. Inevitablemente, pensamos que se trataba de los mismos tipos que nos amenazaron”, contó.

Aterrados, llamaron de nuevo a las autoridades. Esta vez, sí, Carabineros consideró que era un hecho de cuidado. 

“Ahora el carabinero se preocupó y nos dijo que algo así era muy extraño, esta vez tomó la denuncia y la causa pasó al Tribunal de Garantía de La Calera”,  detalló el comerciante.

“Que la gente sepa”

Durante la semana, reforzó lo más posible la seguridad de su casa, pero aún no logra dormir: “Esto queda en un sector rural de La Cruz, no hay luz en la calle, pusimos cámaras que estoy revisando a cada momento, cualquier ruido es inquietante, y tal vez solo con contar esto me estoy poniendo en peligro, pero es necesario que la gente sepa que cosas como estas, que se veían tan lejanas, ya son una realidad en nuestra zona”, se lamentó el vecino… 

Mientras, el sentimiento de temor frente a la delincuencia sigue cundiendo en la zona, como en el resto del país. 

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