Es baterista de “Música Ensamble” y desde la infancia ha sufrido complicaciones de salud.
QUILLOTA.- Cuando Johans Aspeé Valenzuela tenía apenas 10 meses de vida, los médicos notaron que algo no andaba bien con su salud y tras una serie de exámenes, descubrieron que padecía retinoblastoma bilateral, un complejo mal que obligó a extirpar uno de sus globos oculares. Lamentablemente, una escasa respuesta al tratamiento derivó en una segunda operación un mes más tarde, en la que perdió el otro ojo.
Tras muchos meses de controles, Johans ganó su primera batalla y pudo desarrollar una vida normal, como cualquier niño. Sin embargo, a los 10 años un nuevo problema vino a remecer su vida y la de su familia: un carcinoma nasosinusal, un extraño tumor, crecía en su cabeza. Y al igual que cuando era un bebé, sus ganas de vivir fueron más grandes y consiguió vencer a la enfermedad, con el apoyo de su madre Lisette Valenzuela y su familia.
Música Ensamble
Nuevamente, Johans tuvo la posibilidad de ser feliz y disfrutar de su vida. Con el paso del tiempo se enamoró de la música y hoy, con 16 años, es parte fundamental de la destacada agrupación “Música Ensamble” de Quillota, donde es el baterista, una de las actividades que más disfruta según comentó su madre a “El Observador”.
Además de su destacado desempeño como músico, Johans es parte de la historia de la comuna, realizando un gran aporte a la inclusión, ya que el año pasado escribió las señaléticas en braille del edificio de la Municipalidad.
VER TAMBIÉN: Expo Quillota: Música Ensamble, la agrupación inclusiva que es telonera este martes
Lamentablemente, su genética lo predispone al desarrollo de tumores y no le dio muchos años de paz. Exámenes realizados en octubre revelaron un nuevo cuerpo extraño creciendo en su cabeza, esta vez, un carcinoma sinovial, tanto o más complejo que los tumores que ya venció a lo largo de su vida.
Hoy Johans está hospitalizado, recuperándose de dos intervenciones quirúrgicas y aquejado por una bacteria que complica aún más su estado. Pero nada de eso ha mermado su optimismo, ya que, según su madre, “dijo que quiere dar la pelea, quiere seguir tocando. Ama a sus amigos de Música Ensamble, hace poco lo vinieron a ver y le cambió el semblante”, contó Lisette.
Buscan alternativas
Por desgracia, según explica la madre, las operaciones no fueron suficientes y tampoco respondió al tratamiento con quimioterapia, así que aún están a la espera de conocer nuevas alternativas para combatir el tumor. Debido al complejo estado del joven, la familia está realizando actividades para recaudar fondos, que serán utilizados para gastos de traslado y otras necesidades. Quienes deseen colaborar con Johans pueden hacerlo a través de la Cuenta RUT de su madre Lisette Valenzuela Pardo, 17.209.949-1, del BancoEstado.
