“Los Sobrinos de la Villa” de Villa Alemana lanzará disco de jazz guachaca

La agrupación musical dedicada a rescatar la herencia cultural de Roberto Parra, se caracteriza por difundir jazz guachaca y folclore urbano

VILLA ALEMANA.- Se hacen llamar los “sobrinos” en honor al “tío” Roberto Parra, que es como coloquialmente se le conocía al folclorista chileno icono del jazz guachaca. A un año de iniciar con el proyecto, la banda villa alemanina formada por Gonzalo Montalva (voz y guitarra), Arturo González (guitarra eléctrica y voz), José Silva (contrabajo), y Mauro Calisto (percusiones) ya ha tenido grandes logros.

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Uno de ellos fue ganar el segundo lugar en el Primer Festival de Cuecas Choras Roberto Parra, realizado el año pasado en San Antonio. Dentro de los objetivos de la banda el que más destaca es rescatar géneros como la cueca brava, vals y el jazz guachaca que, con el paso del tiempo se han ido perdiendo entre las nuevas generaciones.

En septiembre se viene disco de “jazz guachaca”

Actualmente están trabajando en su primer disco. “Tenemos compuesto un disco completo con 12 canciones que pretendemos grabar en septiembre. En este estilo es importante que un disco de estas características se grabe en vivo, entonces es un desafío que nunca hemos tenido, ya que se hará en un día” comentó Arturo González.

La esencia del disco se centra en lo valioso del canto guachaca que tiene la capacidad de hacer un sincretismo entre el jazz de Django Reinhardt y la “chilenidad”, cuyo relato habla de la marginalidad.

“Este será el tercer o cuarto disco de jazz guachaca que se hace en Chile, entonces es importante hacer antropología de este género que hoy parece anacrónico”, sobre todo para los más jóvenes, expresó uno de los cantantes de Los Sobrinos de la Villa.

Presentación con vinitos y empanadas, el 23 de julio

El grupo tendrá una presentación el sábado 23 de julio en Villa Alemana, específicamente en la casa de Gonzalo Montalves. “Usamos espacios propios, como la casa del Gonzalo donde cobramos una adhesión, y vendemos sopaipillas, un poco evocando a las peña que se hacían antes en las casas; tratamos de hacer tejido territorial con la música y prevalecer ciertos códigos”.