El artista lanzó un nuevo single con una propuesta diferente en términos musicales, más alejada del pop brillante que lo caracteriza y con una temática inspirada en situaciones complejas que ha vivido en el plano musical
“La idea principal de hacer esta canción es porque he tenido muchas malas experiencias en este negocio. Pasa mucho que no se valora al músico, puedes tener la media propuesta, una estética increíble o una muy buena producción musical, pero nadie quiere pagarte. Me pasó una vez que me invitaron a cerrar un evento súper ‘bacán’ en otra región, yo estaba muy feliz, era una muy buena vitrina, pero no me pagaban ni los pasajes, la comida, ni nada, yo tenía que ir por las mías, llevar mis músicos, buscarme alojamiento y más encima querían que yo cerrara el show”.
Este testimonio dio vida al nuevo single y videoclip del compositor y cantante Alessandro Morls, titulado “Diamante de sangre”, ya disponible en Spotify y las distintas plataformas digitales, junto con su videoclip oficial, publicado en Youtube. En esta oportunidad, el artista oriundo de Valparaíso trae una propuesta diferente en términos musicales, más alejada del pop brillante que lo caracteriza, con un ritmo también más cercano a la música urbana, todo gracias al trabajo en la producción musical del multi instrumentista y beatmaker Cabina51 (Jorge Vega).
Sobre este sencillo, el músico comentó que “la idea de esta canción surge por la necesidad de querer dar un mensaje, comunicar más allá de una canción para bailar o hablar de amor, para demostrar que no todo es bonito en el arte, que hay gente que se aprovecha de uno para beneficio propio. Para mí es muy importante este lanzamiento, porque estoy contando algo que nunca hablé, que nunca tuve la necesidad de hablar, pero creo que es importante mostrar el lado contrario de la moneda, para que la gente conozca todo lo que se esconde detrás del arte”.
“Por otro lado, me ocurrió cuando era más joven, a los 22 años, que aparecían ciertos ‘managers’ que querían potenciarme, pero al final era mentira. Me pasó una vez que fui a una reunión a la casa de un señor, tenía como 65 años aproximadamente, todo bien al principio, hablamos de lo que haríamos, proyectos y más, pero ya en la segunda reunión el tipo me recibe solo en ropa interior, yo me sentía súper incomodo, recuerdo que me quería ir, pero él me decía que me quitara la ropa si quería, para estar más cómodos. Después de esa vez me fui a la casa muy triste, porque entendí que él no buscaba potenciarme, después ya no le conteste más y no lo volví a ver”, relató el artista.
Con respecto al videoclip, realizado por Andrés Tolosa bajo la dirección de Nico Marchant, el cantante expresó que “siempre he creído que la industria es ‘chupasangre’, entonces quise reflejar eso en algo un poco más fantástico y no llevarlo a lo literal y aburrido. Además, quise llevar la estética al ‘Drag’, un arte que valoro mucho, pocos se imaginan la cantidad de horas en preparación, peinados, vestuarios y accesorios. De ahí la decisión de trabajar con Belika Rubik, una de las ‘drags’ más conocidas a nivel nacional”.
De esta manera Alessandro Morls termina su 2002 musical con nuevos lanzamientos que ya está preparando pensando en el próximo año.
