Pequeño hincha de U. La Calera hizo su propia camiseta y conoció a su ídolo Marcelo Larrondo

Publicado el at 1:16 pm
1303 0

Los padres de Jael Espinoza Herrera, de siete años, no tenían dinero para comprarle una camiseta, así que él mismo la hizo

LA CALERA.- El pequeño Jael Espinoza Herrera es un niño calerano de siete años que recién este año comenzó su fanatismo por Unión La Calera y, en particular, por el delantero Marcelo Larrondo.

Estudia en el Colegio Josefina Huici y vive junto a su familia en la Población El Trigal, a escasas tres cuadras del Estadio Municipal “Nicolás Chahuán Nazar”. Pese a la cercanía con la “casa” del equipo calerano nunca mostró mayor interés por ir al estadio. Eso, hasta que se reinauguró en enero de este año.

Su madre, Ana Herrera Vásquez de 24 años, explica un poco el fanatismo de su hijo. “Mi pareja es seguidor del equipo y así mi hijo se fue interesando en Unión La Calera. Este año, cuando se inauguró el estadio, nos pidió ir a conocerlo. Fue en ese primer partido que quedó encantado con Marcelo Larrondo. Después de ese día no hacía otra cosa que hablar de él”, comenta.

Según cuenta su mamá, Jael Espinoza no se pierde un partido de Unión La Calera de local. Como todo niño soñaba con tener una camiseta de su ídolo futbolístico pero, según explica su madre, el dinero no alcanzaba todos los meses para poder comprar una camiseta.

“Jael sufre de déficit atencional con hiperactividad y todos los meses debemos comprar medicamentos -para la concentración y para que duerma relajado- que le permiten tener controlada su dolencia. Son 60 mil pesos todos los meses, además de los gastos que significa ser atendido en una consulta particular porque la salud pública se demora mucho. Entonces, no nos alcanzaba”.

Ana Herrera es dueña de casa, pero además los fines de semana atiende un puesto donde vende diversos productos en el Paso Fronterizo Los Libertadores para generar algunos recursos. Su pareja, Eduar Valenzuela, es eléctrico pero se encuentra sin trabajo en estos momentos, lo que hace más complicado el día a día de esta modesta familia calerana.

Pero Jael no se conformó. Él quería sentirse más cerca de su ídolo. Por eso, y gracias a la gran habilidad motriz que tiene con sus manos -de hecho fabrica sus propios juguetes-, el pequeño hincha calerano tomó una polera que tenía, de color naranja, y le pegó un número 7 en la espalda y creó la insignia para colocarla en el pecho. “La insignia antigua”, aclara su mamá, “porque la nueva no le gusta para nada”, agrega.

Desde ese momento no se la sacó más. Asistió a los partidos de Unión La Calera junto a su familia con esa polera, hasta que hace muy poco sus padres pudieron juntar el dinero para comprar una réplica de la camiseta del club calerano.

CONOCIÓ A SU ÍDOLO

Sin embargo, motivada por un amigo, Ana Herrera subió las fotos de su hijo con la camiseta autoconfeccionada. Además, cuando el plantel calerano estaba de vacaciones, se contactó con los encargados de comunicaciones de Unión La Calera para ver la posibilidad de que Jael conociera a Marcelo Larrondo, algo que se cumplió la tarde del jueves pasado.

“Salimos de la casa sin contarle nada. Era una sorpresa y funcionó”, comenta la madre del pequeño Jael. Cerca de las 17 horas del jueves, mientras Unión La Calera realizaba su último entrenamiento antes del partido con Unión Española, Jael Espinoza ingresó al césped sintético del Estadio “Nicolás Chahuán Nazar” luciendo su original polera. Su cara se llenó de felicidad cuando pudo ver a los jugadores a escasos metros y especialmente al delantero chileno-argentino.

“Estaba muy feliz, más cuando se acercó Larrondo a saludarlo. Lo abrazó, conversaron un poquito y además patearon un rato la pelota”, recuerda Ana Herrera. Incluso, en esa mini “pichanga”, el pequeño Jael -que tiene problemas de coordinación con piernas- le dio una leve patada al delantero calerano.

El ex jugador de Rosario Central y River Plate le regaló una camiseta original y todos los jugadores le autografiaron la camiseta que llevaba. Sin duda fue un día especial, diferente y mágico para este pequeño niño de El Trigal que, como pocos, logró cumplir su sueño de no solo estar cerca de su ídolo futbolístico, sino también de compartir, jugar con él y abrazarlo.

Comentarios