Programa Calle de La Calera se hizo cargo de la sepultación de caminante nogalino

Publicado el at 11:16 am
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Programa Calle de La Calera se hizo cargo de la sepultación de caminante nogalino

Una familiar de Octavio González entregó el permiso a los funcionarios para poder gestionar el retiro del cuerpo desde el Servicio Médico Legal.

LA CALERA/NOGALES.- En la tarde del lunes 26 de agosto, luego de una serie de gestiones realizadas por el Programa Calle de La Calera, se pudo dar sepultura al cuerpo de Octavio González Quezada. Tenía 63 años y falleció el jueves 22 de agosto, después de estar más de una hora tirado sobre una calzada de una calle importante de Nogales, en estado de agonía, que terminó luego con su muerte.

El caso alcanzó gran repercusión porque hubo personas que, en vez de tratar de ayudarlo, se dedicaron a tomarle fotografías en la calzada, suponiendo que estaba durmiendo, imágenes que luego subieron a sus redes sociales, junto a comentarios supuestamente jocosos. Luego del fallecimiento de Octavio González, surgió una gran polémica que se mantuvo por varios días en las diversas plataformas digitales.

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Sus restos descansan en el Cementerio Municipal de La Calera

Más allá de esta situación, que da perfecta cuenta de la insensibilidad de los tiempos actuales, el cuerpo de Octavio González Quezada fue enviado al Servicio Médico Legal de Quillota, en espera que surgiera algún familiar, en la zona de Coquimbo, que se hiciera cargo de sus exequias. Esta situación también se hizo compleja, debido a los costos del traslado, por lo que fue el Programa Calle de La Calera, quien hizo las gestiones ante familiares y ante la Fiscalía Local, para poder sepultar al caminante fallecido.

Octavio González, hombre que vivía en situación de calle en Nogales
Octavio González falleció a los 63 años de edad.

Giancarlo Leiva, encargado del Programa Calle de La Calera, lo explicó: “Contactamos a una prima en Coquimbo, quien nos dio el poder para realizar los trámites para retirar el cuerpo de Octavio y la Fiscalía nos dio el permiso y a través de un decreto de solemnidad, por parte de la Municipalidad de La Calera, que nos exime del pago de los costos de sepultación, lo pudimos dejar en el Cementerio Municipal de la Calera, que se ubica en Nogales“.

Algunos vecinos que lo conocían asistieron a la sepultación, junto a funcionarios del Programa Calle de La Calera.

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