Se cumplieron 64 años de la primera vez que Unión La Calera gritó campeón

Publicado el at 12:26 am
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El 12 de noviembre de 1961, el equipo que dirigía Óscar Andrade logró su primera estrella en el profesionalismo. Un empate en Chillán con miles de caleranos en el estadio, coronó a los rojos como campeones de Segunda División

REPORTAJE.- Hace 64 años, Unión La Calera bordó en sus banderas y estandartes su primera estrella. Además, inscribió en las páginas de su historia y en la memoria de todos sus hinchas, su primera gran alegría.

El 14 de noviembre de 1961 el conjunto calerano, en un ya mítico partido disputado en Chillán, por primera vez se tituló campeón de la entonces Segunda División del fútbol chileno.

El club rojo ha forjado su historia deportiva de la mano con la comuna. Sus alegrías y triunfos, así como sus derrotas, son las de la ciudad entera y sus habitantes, que han acompañado a su equipo con orgullo por sus colores.

Generaciones de caleranas y caleranos se han unido en las tribunas gritando goles y forjando un lazo permanente donde abuelos, hijos y nietos se han empapado de la historia de la institución, saboreando un mote con huesillos, comiendo semillas de maravilla y gritando a todo pulmón: “¡Calera, Calera!”

En 1961 Unión La Calera lograría no solo ser campeón, sino que además logró por primera vez el ascenso a Primera División. Hubo hechos fundamentales para conseguir ese objetivo que revolucionó a la ciudad.

Óscar Andrade, el director técnico del Unión La Calera campeón en 1961. Gestor deportivo de un logro que hasta el día de hoy se recuerda.

Las claves del Calera campeón

En primer lugar, un entrenador como Óscar Andrade que supo aportar toda su experiencia y sapiencia, y además tener la capacidad para conformar un plantel que mezclaba una base de jugadores locales con otros experimentados como René Orlando Meléndez, el brasileño –uno de los primeros en jugar en Chile-, Orlando Cunha Filho y Moisés Silva.

La base de los campeones de esa temporada eran jugadores de casa, surgidos en las canchas locales y que brillaron en el cuadro rojo, nacidos en la zona y que además –muchos de ellos- trabajaban en la fábrica Cemento Melón.

Estaban los caleranos Luis Aranda, Nelson García, Luis “Tato” Pérez, Juan Rojas, Viterbo Valdivia, Luis Sandoval, Sergio Tapia, Pascual Valencia, el mítico defensor Fidel Zuleta, que pese a nacer en Valparaíso, se radicó en la comuna y se convirtió en un calerano más. De El Melón, integraban el plantel Héctor Leiva, Antonio Vargas y de Ocoa, Ismael Sandoval.           

Ese equipo no solo jugaba bien, llenaba cada fin de semana el Estadio Municipal y también las canchas visitantes, sino que además era un grupo humano que destacaba por su hermandad y compañerismo.

En el recuerdo de muchos hinchas están los viajes en ferrocarril por todo el país para acompañar al equipo en una gran campaña que los consagró como los mejores del ascenso. Ese equipo sería el puntapié inicial para que los rojos permanecieran más de diez años de manera consecutiva en la Primera División.

Empate en Chillán para la primera estrella

Unión La Calera logró el ascenso a Primera tres fechas antes del final del torneo. Derrotó a Coquimbo Unido, el sábado 29 de octubre de 1961, con 6 mil personas en el estadio y más de 600 caleranos que viajaron en tren por más de siete horas para vivir la histórica jornada. Los rojos vencieron a los piratas por 2 goles a 1, con dos tantos de Raúl “Chico” Torres, un triunfo que valió un ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional.

Faltando sólo dos jornadas para el término del campeonato, Unión La Calera, con 31 puntos, se mantenía puntero sobre San Felipe que tenía 30 unidades. Los seguían, con 24 y 23 puntos, respectivamente, Deportes La Serena, Ñublense, Magallanes y Trasandino.

Pero Unión La Calera quería ser campeón y para lograrlo debía derrotar a San Bernardo en la penúltima fecha y luego viajar a enfrentar al peligroso Ñublense de Chillán.

En La Calera, a estadio lleno, el equipo rojo no tuvo problemas para ganar por 5-2 a San Bernardo Central. El empate de Unión San Felipe, permitió que con un empate en la última fecha, Unión La Calera sería campeón.

Y llegó el domingo 12 de noviembre de 1961. La Calera quedó casi vacía. Un inmenso convoy, repleto de caleranos inició su viaje hacia Chillán.

El partido terminó empatado 1-1 y el gol de tiro libre de Moisés Silva, le dio el título a Unión La Calera. Los rojos jugaron 22 partidos en ese campeonato, y el registro fue de 14 victorias, 6 empates y solo 2 derrotas. El goleador del equipo campeón y del torneo fue Raúl Torres con 15 goles.

La fiesta por el campeonato obtenido se inició en el preciso momento en que el árbitro dio el pitazo final. Los caleranos convirtieron Chillán en un carnaval. También en La Calera se habían iniciado los festejos. Durante horas los caleranos que se habían quedado en la ciudad esperaron a sus coterráneos frente a la Estación de Trenes para abrazarse y saber de las historias del histórico logro en Chillán.

El plantel calerano viajó de inmediato en bus hasta La Calera. Les pidieron a los jugadores que se quedaran en sus casas, escondidos casi, porque se estaba preparando una bienvenida en la comuna.

Al día siguiente, pasaron a buscar a cada uno de los jugadores a sus casas, y los llevaron a la entrada de la ciudad en Artificio, y desde ahí en un bus hacia el centro de La Calera, donde la Municipalidad había instalado un escenario.

Fue una fiesta popular e interminable, preparada por el alcalde Ramón Aravena, con las calles llenas de felices hinchas que festejaron el título y gritaron campeón por primera vez.

Ese equipo campeón no solo jugaba bien, llenaba cada fin de semana el Estadio Municipal y también las canchas visitantes, sino que además era un grupo humano que destacaba por su hermandad y compañerismo.

Amenizaban las tertulias y viajes con música. Es así como nació la conocida cueca dedicada al equipo campeón de ese año. “No tengo idea quién la hizo, pero la cantábamos después de haber ascendido. Teníamos un grupo musical en el plantel y que para hacer más amenos los viajes, cantábamos. El “Chueco” Silva llevaba un bongó, yo y Fidel guitarras, Vargas tocaba las maracas. Era súper bueno”, contó alguna vez Héctor Leiva, fallecido ex jugador de ese equipo.

Ese equipo sería el puntapié inicial para que los rojos permanecieran más de diez años de manera consecutiva en Primera División.

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