Siniestros quemaron más de 320 hectáreas en sectores correspondientes a Nogales y Puchuncaví
PUCHUNCAVÍ.- Horas de angustia vivieron los integrantes de la agrupación Puchuncaví Nativo, tras el incendio forestal que afectó a la localidad de Los Maquis. Y es que en el lugar se encuentran rescatando especies arbóreas como el Belloto y el Tayú del Norte, este último considerado como un “fósil viviente”, pues en el sector existen ejemplares que datan de hace más de 400 años.
La pesadilla se inició el miércoles 2 de enero en la llamada Cuesta Los Maquis, que une Puchuncaví con la comuna de Nogales. Según comentó Mario Rubiño, integrante y abogado de la agrupación, nunca esperaron una emergencia de esta envergadura.
“El fuego comenzó en el kilómetro 15 y nosotros estamos ubicados en el 13 y medio. Tomó una parte del cerro y con el viento se expandió hacia arriba. De la propiedad donde estamos trabajando quemó cuatro hectáreas de la cima, llegó muy cerca de llegar a la quebrada, estuvimos muy asustados”, contó.
Las hectáreas que Puchuncaví Nativo está recuperando son propiedad de Marcelo Fernández, también integrante de la iniciativa. Al respecto, Rubiño aseguró que los senderos presentes en el terreno -que son utilizados por los animales- sirvieron como cortafuegos.
“Marcelo tiene caballos y los caminos por donde transitan sirvieron como barrera, porque al pasar de forma recurrente no crece pasto, se mantiene limpio y sirvió para que no se expandiera el fuego”, detalló, insistiendo en que además del trabajo de Conaf y Bomberos, las características del lugar también ayudaron en el combate.
Sin embargo, esto no evitó que el jueves por la noche la situación se volviera más compleja, obligando la intervención de aviones cisterna. “Tuvimos un miedo gigante de que se perdiera todo este patrimonio natural, más por el trabajo que estamos desarrollando para que la gente lo conozca”, agregó.
No obstante, a pesar de que el fuego no alcanzó las parcelas que están interviniendo, sí destruyó otras partes de la quebrada, perteneciente a la comuna de Nogales, que también contaba con árboles nativos. “Lamentamos mucho eso como organización, porque eran cerros llenos de árboles nativos”, contó.
