Interceptaciones telefónicas y cámaras de seguridad fueron claves para identificar a los involucrados en estos hechos
-Alo amigo.
– Alo cumpa.
– Oiga, confirmado, los tipos son amigos de nosotros.
– ¿Cómo amigos de nosotros?
– Enemigo, enemigo.
– Ah, confirmado, viste, oh…
– Confirmado, confirmado, cien por ciento.
– Cumpita ya. Hubo cambio de planes en la muni. Tengo que puro ir a sacar hora a las 8, saco hora y me voy, ¿ya?
– Ok, ok.
– Voy temprano para allá, me estaría yendo temprano para allá.
– Le voy a mandar un número (…)
– Igual, no sé cómo chucha voy a ir (…) voy a buscar plata pa´allá y voy a buscar el fierro. Voy a ir a pata, voy a ir con el cabro chico. (…) Voy a buscar la plata y voy a buscar el fierro. Ya, no hablemos más.
La llamada se corta. Esta conversación es protagonizada por Lino Ceballos Díaz y Manuel Nograro Bórquez, más conocido como “El Italiano”. Ambos forman parte de una banda especializada en atacar camiones para robar su carga, una especie de “piratas de carreteras”.
El contexto de esta charla, de menos de un minuto, es una especie de puesta al día entre los delincuentes, donde uno de ellos advierte que tendrá que resolver unos temas administrativos antes de seguir con sus planes en el sur del país.
Resulta que, en medio de la investigación que desarrollaba la Unidad Focos Investigativos de la Fiscalía Regional de Valparaíso y la Bicrim de la PDI de La Florida, uno de los involucrados fue controlado en el sur a la altura de la comuna de Paillaco.
Como no portaba los documentos del móvil que conducía debís acudir al municipio a resolver su situación. El diálogo da la impresión de que comenzaban a sospechar que algo andaba mal y que sus planes serían frustrados. Y efectivamente, el trabajo de inteligencia policial permitió desarticular esta organización criminal que operaba principalmente en las provincias de Quillota y Petorca.
– Si po’ hermano, si ahí tengo la plata ahora. Pero hay que ver qué pasa güeón, para que ganemos sus monedas buenas po’ güeón, no vamos a ganar unas 500 lucas, unas monedas güenas, voh sabí.
Esta es otra de las varias escuchas telefónicas realizadas por la Fiscalía. En la última citada, Lino Ceballos Díaz le cuenta a un amigo -a través de un audio de WhatsApp- la idea de concretar un asalto con ganas de obtener un millonario botín.
Sin embargo, en un punto de la investigación los involucrados comenzaron a sospechar. Eso sí, no tenían temor de ser escuchados. Incluso, en uno de los audios dedican palabras de grueso calibre a quienes “les oían”: “De seguro estos nos están escuchando”, advierte uno de ellos.
DETENCIÓN Y FORMALIZACIÓN
Tras una serie de procesos investigativos, en agosto de 2018 fueron capturados Lino Mauricio Ceballos Barriga -líder de la banda-, sus hijos Lino y Bastián Ceballos Díaz y Manuel Nograro Borquez.
¿Cómo operaba esta organización? Lino Ceballos Barriga efectuaba las coordinaciones y distribuía las funciones al resto de la banda, donde provistos con capuchas o ropas oscuras en algunos casos interceptaban camiones para luego intimidar a los conductores.
Tras maniatarlos procedían a trasladar el vehículo de carga hasta un lugar predispuesto con anterioridad, a objeto de efectuar la sustracción del botín y almacenarlo en otro vehículo, dejando abandonado al conductor sin su aparato celular.
El modus operandi quedó registrado en varios ilícitos gracias a las cámaras de seguridad de los mismos camiones robados, lo cual dio pie a la investigación del Ministerio Público.
Y fue en agosto de 2018 cuando esta banda fue desarticulada, tras una investigación que duró aproximadamente cinco meses. Tras la detención del grupo, donde además se incautaron armas y municiones, se les formalizó y acusó por seis delitos de robo con violencia e intimidación.
Y tras cuatro semanas de juicio en el Tribunal Oral en Lo Penal de Quillota, se dictó sentencia condenatoria con penas efectivas para los cuatro imputados, determinando además el decomiso de los vehículos utilizados para la comisión de los delitos.
HASTA 20 AÑOS DE PRISIÓN
El Fiscal de la Unidad de Focos Investigativos, Maximiliano Krause, explicó que el 28 de noviembre se inició el juicio en el Tribunal Ora en lo Penal de Quillota en contra de este clan familiar, donde luego de casi un mes se determinó la culpabilidad de los cuatro imputados.
“El tribunal resolvió condenar a estas cuatro personas en atención a lo contundente de las pruebas otorgadas por el Ministerio Público. Estas pruebas consistieron en interceptaciones telefónicas, construcción de rutas habituales a través de análisis de sistemas de geoposicionamiento y análisis comparativo de cámaras que permitieron comprobar la presencia de personas”.
De hecho, al comparar las imágenes proporcionadas por las cámaras de seguridad -instaladas en los camiones- con las fotos de redes sociales, se logró establecer la identidad de los sujetos involucrados. “La relevancia de este caso es que la gran mayoría de los hechos, principalmente los ocurridos en la Región de Valparaíso, se trataban de casos donde las víctimas no podían aportar antecedentes respecto de quién o quiénes les habían atacado y robado la carga que ellos transportan, que consistía en cigarrillos”, acotó el fiscal Krause.
De esta forma, Lino Ceballos Barriga fue condenado por cuatro delitos consumados de robo con violencia e intimidación reiterados en Papudo, Petorca, Puchuncaví y Quillota entre marzo y agosto de 2018, al igual que Manuel Nograro Borquez.
Bastián Ceballos por tres consumados en Cabildo, Frutillar y Puchuncaví, entre mayo y junio de 2018 y Lino Ceballos Barriga, por dos consumados en Cabildo en y Puchuncaví entre mayo y junio del mismo año. El 4 de enero de este año se determinará la pena que deberán pagar, arriesgando entre 12 a 20 años de prisión.
