Francisco Ovalle Reinoso
Reportero
Fue extraño escuchar al Presidente de la República Sebastián Piñera en su Cuenta Pública ante el Congreso el pasado 1 de junio, referirse al programa “Elige Vivir Sano” cuando en esos mismos días se había alzado la polémica por la no obligatoriedad de la asignatura de Educación Física.
“No podemos olvidarnos que el mejor guardián de nuestra salud somos nosotros mismos, y que siempre es mejor prevenir que curar, especialmente cuando enfrentamos enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Por eso, estamos fortaleciendo, y con mucha fuerza, el Programa Elige Vivir Sano, que lidera la Primera Dama, que prioriza la alimentación sana, el deporte y ejercicio, más compartir con nuestras familias y mayor contacto con la naturaleza”, sentenció el mandatario.
Los argumentos pueden ser válidos en la teoría y en la explicación, no obstante, en la práctica, el problema no está en las horas que se dejan para esta asignatura, sino en los contenidos. Quizás una reformulación de esos contenidos sea lo más adecuado y por supuesto potenciar las habilidades de cada alumno centrándose no solo en el fútbol sino en otras disciplinas.
Aparte de lo inconsecuente que suena hablar de vivir sano sin Educación Física, lo curioso es que la normativa va directo a transformarse en otro “chascarro” del Gobierno, porque los municipios pareciera que están enfrascados en querer doblarle la mano, anunciando varios de ellos, que mantendrán la obligatoriedad de las asignaturas de Historia y Educación Física en sus comunas, entre ellas Quillota y Llay Llay, entre otras.
El 21 de diciembre de 2016 el joven Ricardo Soto, deportista de alto rendimiento en la especialidad de tiro con arco sorprendió a los periodistas deportivos cuando -al recibir el premio “Promesa Deportiva” después de su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, dijo: “Quiero dar un saludo a alguien que estoy seguro no está viendo esto, que es la ex jefa de UTP de mi antiguo colegio, que cuando estaba en la escuela y pedí ayuda por todos mis viajes, me dijo ‘nosotros no financiamos hobbies’, … mira dónde me llevó mi hobby”. Parece que seguimos sin entender nada.
