El delantero argentino Horacio Rivara llegó esa temporada al club canario y se quedó para siempre en Quillota.
Llevaba dolo dos años desde que se había integrado al fútbol profesional, cuando llegó a San Luis con la posibilidad de conseguir su primer título en la Serie de Ascenso y con ello tener la posibilidad de jugar al año siguiente y por primera vez en la Primera División del fútbol chileno.
Y en ese plantel que dio la vuelta olímpica, tuvo una especial participación el delantero argentino Horacio Rivara, quien nació en la ciudad de Rosario. El futbolista anteriormente se había probado en el Club Ferrobadminton, para luego llegar a Quillota y ser parte del plantel canario, gracias a la gestión realizada por el dirigente sanluisino de esa época, Leopoldo Silva Reynoard.
Ya en Quillota el atacante comenzó a mostrar sus grades cualidades y se transformó en una de las piezas importantes del equipo canario que a finales del año 1955, luego de una muy buena campaña, se coronó campeón y donde el delantero argentino aportó con ocho goles.
Al año siguiente Horacio Rivara no siguió en San Luis, pero ya se había enamorado de la ciudad. Por ello pese a jugar en otras instituciones, entre ellas Trasandino de Los Andes, el delantero no se fue nunca más de Quillota, lugar que adoptó para formar su familia.
Pese a que solo vistió la camiseta amarilla por una temporada, entre los hinchas canarios había un gran cariño para el futbolista trasandino, como el que también le tenían sus compañeros que formaron parte de ese equipo sanluisino.
Uno de los que mayormente hizo amistad con el exfutbolista y compañeros de por vida fue Rómulo Betta. Luego de retirados de la actividad futbolística era común verlos a ambos, en la zapatería que tenía “Pollito” Betta en la Calle Freire.
De un carácter tranquilo Horacio Rivara siguió viviendo en la ciudad de Quillota, hasta que el miércoles a los 96 años de edad y rodeado por su familia lamentablemente dejó de existir.
El velatorio del recordado delantero se realizó hoy por la tarde en la sede de la Junta de Vecinos “Jardines del Aconcagua” ubicada en Calle Río Longaví 815, sector de El Bajío. Después fueron los funerales en el Cementerio Municipal Mayaca.
Hacemos esta nota para decirle ¡Hasta siempre don Horacio y gracias por sus goles con la camiseta amarilla!
El histórico equipo de San Luis de 1955, el primer plantel canario campeón en el Fútbol Profesional.
Arriba aparecen: Abraham Vázquez, Custodio Morales, Antonio Albornoz, Enrique Zorrel (Director Técnico), Walterio Bolbarán, Luis Garrido, Francisco Torres y René Quitral.
Abajo: Víctor Pimentel (Preparador Físico), Lolo Echeverría, Juan de Lucca, Horacio Rivara, Emilio Zamora y Carlos Saa.
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