A propósito del Día Mundial de la Actividad Física

Publicado el at 4:36 pm
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Por Felipe Herrera, PhD (c) Ciencias de la Salud, Docente de Kinesiología, Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Viña del Mar

OPINIÓN.- Ayer miércoles 6 de abril, se celebró el Día Mundial de la Actividad Física, fecha que nace de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución que en el año 2002- mediante una resolución- solicitó a sus Estados miembros a conmemorar un día mundial o también conocido como “Move for Health”.

¿Pero para qué se crea dicho día? La OMS planteó como objetivo reducir el índice de inactividad física y sedentarismo en la población general y promover la adopción de estilos de vida activos en todas las personas, esto mediante la construcción de una conciencia activa y saludable.

Día Mundial de la Actividad Física profesor columnista
Docente de Kinesiología, Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Viña del Mar

Según esta institución, los adultos entre 18 a 64 años deben realizar actividad física con una regularidad de al menos 150 a 300 minutos a la semana con una intensidad moderada, en lo ideal una actividad física aeróbica; o al menos de 75 a 150 minutos de actividad física aeróbica de una intensidad vigorosa; o realizar una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada y vigorosa, lo que podría generar importantes beneficios para la salud.

Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció también el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, fecha en la que se reconoce el potencial del deporte en la creación de un entorno de tolerancia y comprensión, que ayude a promover la paz y el desarrollo, facilitando así el logro de grandes metas como los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Para nuestro país esto es muy importante. Según el Ministerio de Salud (Minsal), tanto la actividad física como el deporte son factores relevantes por tratar, declarándolos en los ejes y componentes transversales de la Estrategia Nacional de Salud 2021-2030, ocupando un lugar especial el eje “estilos de vida”, el que busca generar un aumento tanto de la alimentación saludable e inocua, como el de la actividad física y salud mental, provocando así una disminución del consumo del tabaco, alcohol y drogas.

 

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