Personaje, que alegró las Navidades de la ciudad y que se fotografió con miles de niños, dejó muchos recuerdos
LA CALERA.- Durante muchos años, la figura de Pedro Fernández Tureo fue como una postal navideña de La Calera. Era el Viejito Pascuero, que se ubicaba en las afueras de una tienda de cadena, donde se fotografiaba con los niños. Si existe una figura estereotípica de Santa Claus, era igual al abuelito calerano.
Aunque en sus largos años de miembro de la Armada de Chile, ya remedaba al personaje, su mayor fama como tal la obtuvo en La Calera. En un principio, se ponía una barba falsa, pero con los años, se convirtió en cierta. También su pelo, largo y cano. Había venido de Parral, vivía en la Villa Centenario I y, una vez, dejó abierto el gas y la explosión que provocó casi lo mata.
Pedro Fernández Tureo trabajaba como Viejito Pascuero, con su compañera Esmeralda Vivanco Chandía y su hijo Alexis Fernández Vivanco. Era padre, también, de Pablo, Liliana y Marcelo. Durante casi una década constituyeron una de las mayores atracciones navideñas de La Calera. Los niños lo miraban maravillados y se sentaban en sus rodillas. Se sacaban fotografías con él.
Aunque no hay cuentas de la cantidad de fotos se tomó con los niños que llegaban a verlos, se cree que son miles. Es que Pedro Fernández Tureo se parecía tanto al Viejito Pascuero que uno lleva en la memoria, que era imposible no tener un retrato con él. Hay toda una generación de caleranos que lo recuerda con cariño.
Es que en una Navidad, el Viejito Pascuero no apareció en el lugar de siempre. Al principio se le echó de menos, luego se creyó que estaba enfermo. Algunos pensaron que había muerto. En 2017, con algunas lagunas en la memoria, dejó el espacio que ocupaba y no volvió a verse. La enfermedad de su esposa, y luego su deceso, obligaron a internarlo en la Clínica Capredena de Limache.
Pedro Fernández Tureo, el Viejito Pascuero de La Calera, debió lidiar con un alzheimer y otras enfermedades que, lentamente, le minaron los recuerdos y las fuerzas. A las 5:25 de la madrugada del domingo, se le informó a su nuera, Lilian Avendaño Latoja, que había fallecido. Una hipoglicemia le quitó la vida.Tenía 85 años.
En la noche del domingo, se abrieron las ventanas de muchas casas de La Calera, para darle un aplauso a Pedro Fernández Tureo. Fue un acto para ganarle al confinamiento y agradecerle la alegría que regaló a tantos niños. Luego de ser velado en la casa de su nuera, en calle Latorre, hoy lunes será sepultado el Viejito Pascuero de La Calera.
